02 diciembre, 2011

Creatividad

Muchas veces he dicho que me encantaría ser creativa. Es mi gran espina clavada, y que no sale ni a tiros. Mi talento (mucho o poco, no soy yo quien debe juzgarlo) narrativo se convierte en un pobre bálsamo, pero necesario, ante esa herida abierta.

Pero hay días en que la envidia me corroe. Cuando veo a gente cuya creatividad, cuyo talento y buen hacer no sólo es evidente sino que te arrolla, te golpea, te pasa por encima y no te permite ni respirar, cuando esto pasa, decía, la envidia crece y crece. Envidia de la mala, en la mayoría de los casos. Y de la buena en unos pocos.

Y hoy voy a hablar precisamente de esos casos. El martes pasado estuve en la presentación de un libro en la Fnac de Castellana. Un libro que es la obra de dos seres creativos, pero no unos cualquiera, sino de esos que arrollan, que son mágicos, cuya luz sirve para bañarte cuando estás cerca. Y coño, además, son mis amigos.

Pero no creáis que ese hecho me quita objetividad. No, no, para nada... Al contrario. Gracias a la cercanía puedo conocer los procesos creativos más de cerca, y darme cuenta que no sólo el resultado es una pasada, sino que todo el camino es alucinante.

Bueno, a lo que íbamos, el martes se presentó en Castellana un libro, este libro:


Cult Movies, Películas para llevarse al Infierno, de Vicente Muñoz y con pictogramas de Julia D. Velázquez. De ella ya hablé aquí. Y es una de mis personas favoritas. Y de mis artistas favoritas. Y no tengo mucho más que decir. Es absolutamente genial.

De él tengo que decir que conozco su obra desde hace poco (poquísimo) pero me tiene enganchada. Estoy terminando ya el libro, y eso que apenas he tenido tiempo para nada esta semana (ya hablaré de mi abandono de la cola del paro en otro momento).

El libro une literatura y cine, cine y literatura, y los pictogramas son como el colofón final, la guinda del pastel, esa imagen que va directa al subconsciente y que, si has visto la peli, hace que pienses "justo eso es", justo una imagen que resume el sentido, el sentimiento de la peli. Es un libro escrito desde el estómago, como yo digo. No es un crítico pagado por la industria para dar publicidad. Y no son pelis al uso. Son filmes especiales, raros, underground, aunque alguno hay más conocido. Opinión personal, crítica constructiva, literatura a raudales y arte, mucho arte.

Y de regalo, un dvd con una peli de animación que aún no he visto, pero que promete. Y es ante estas personas cuando uno siente envidia, pero de la buena. La que te hace pensar, "joder, yo quiero hacer cosas así" para inmediatamente seguir "soy afortunado de tenerlos a mi lado".

Gracias chicos, por permitirnos compartir el nacimiento de este bebé tan genial. Y a todos los demás, el libro es la ostia, os lo recomiendo encarecidamente.