31 diciembre, 2008

Eres muy auténtico

Ayer, viendo por primera vez esta temporada Gran Hermano, expulsaron a un chico con voz y cuerpo de chica (esto fue lo que me enganchó, saber qué clase de experimento genético nuclear había provocado que semejante especímen existiera, y lo que es más fuerte, tuviera novia y se fuera a casar...). Y este ser extraño, al que llamaban Palomares (sí, como donde cayó la bomba, yo creo que algo tiene que ver), soltó esta frase para expresar todo su cariño a uno de sus compañeros de grupo (no sé a cuál, lo único que conozco del programa es que hay una enana inaguantable a la que desollaría viva si pudiera).

Y digo yo... ¿qué coño significa ser auténtico? Es una frase que está muy de moda decir, yo te quiero porque eres auténtico... ¿Pero es que se puede no serlo? Es decir, ¿yo puedo ser no auténtico, mi piel puede ser no piel y mis huesos no huesos? ¿Mis procesos mentales no son auténticos sino generados por ordenador? ¿Estamos en Matrix? ¡¡¡¡OMFG!!!! Y yo sin enterarme...

Estamos en una época en que mola ser único, ser raro, cuánto más friki eres, mejor. Ser auténtico significa tener tus manías, tus rarezas y vivir con ellas. Pero lo que la gente no se da cuenta es que esto es una moda más. Yo ya no soy raro porque me mole ser raro, sino porque está de moda ser raro. He oído a auténticos pijazos de toda la vida la frase de "yo es que soy muy friki"... y se quedan tan panchos. Y piensas tú, que has sido el raro toda la puta vida, hasta donde yo sé, Friki deriva de la peli Freeks, que va de un grupo de gente del circo que eran raros de cojones, que si la mujer barbuda y el forzudo y tal... Y ahora se lo apropia una pijaza del Corte Inglés que lleva la misma ropa y hace las mismas cosas que otro millón de personas, como poco... Y sigues pensando... si esta zorra de diseño es muy friki, ¿yo que soy? ¿Rompo el frikómetro? ¿O es que soy friki precisamente por no querer ser friki?

Porque vamos a ver, si ser friki hoy en día significa ser como esos esperpentos, que paren el carro del frikismo que yo me bajo. Que una tiene sus gustos, más o menos exóticos, no digo que no, pero hay ciertas cosas que no quiero compartir con cierta clase de personas... Y si por gustarme el rol, los comics, la animación, la historia, las batallas, el cine y demás gustos tengo que compartir calificativo con esa parte de la sociedad, lo dicho, ni de coña.

Recuerdo hace unos años, cuando estrenaron la primera parte de la peli del Señor de los Anillos. Cuando yo me lo leí, las miradas de "mira, se está leyendo un libro de fantasía, jejejeje" no eran precisamente amistosas. La gente no leía esas cosas porque eran para críos y para desequilibrados. Y cuando estrenaron la peli, joder, ¡si hasta te daban clases! Que no, que la peli está mal, que no es Arwen sino Glorfindel el que rescata a Frodo... y tú que piensas... ¿qué coño sabrá ese yupi de traje, cobarta y Martinellis acerca de Arwen o Glorfindel? Pues ahí estaban, recomendándote el libro porque era muy bonito... Porque ellos son muy frikis...

Yo reconozco que me gusta lo que me gusta, y me gusta muchísimo, así que siempre me ha importado tres pimientos si la gente me llamaba loca por leer tebeos o por ver los Caballeros del Zodiaco o Campeones como si en ello me fuera la vida. Lo que me jode es la hipocresía y las modas, algo que, por cierto, también está de moda...

Bueno, a lo que iba, que no sé si yo será muy auténtica, pero cada vez que oigo esa frase sólo puedo pensar que el que la ha soltado es un capullo gigante... y generalmente, un gafapastoide de lo peor U_U.

P.D.: Sí, a veces veo Gran Hermano. De hecho, algunos años me lo he tragado enterito, porque me encanta el cotilleo, y el quién se ha enrollado con quién y ha hecho edredoning, y el qué mala es ésta que se toma todo el colacao y no frega... Todos tenemos nuestros pecados U_U.

30 diciembre, 2008

Navidad

Odio la Navidad, pero aún odio más a todos aquellos que dicen que odian la Navidad, que la llaman Feliz Falsedad, que se quejan de la hipocresía de estos días, de los falsos que somos todos. Bueno, yo odio la Navidad, pero mataría por un poco de esa falsedad... La gente que tanto se queja de que hay hambre en África, que hay palestinos muriendo bajo la bota semita y americana, los que se quejan de que todo esto sea tan comercial y tan falso... ¿cuánto porcentaje de sus ganancias dedican a luchar por esos temas? ¿Cuántas vacaciones han pasado de voluntarios en el Congo o sencillamente cuántos han dado de comer a un mendigo estas Navidades? Soy capaz de apostar un brazo y no perderlo, ninguno.

Ahora está de moda decir que no te gustan las Navidades, que todo es falso, que el sentimiento de felicidad es forzado, que es un tiempo que potencian los centros comerciales para vender más... Será verdad, no digo que no, pero ¿con qué cara dices eso cuando duermes cada noche bien calentito y con la barriga llena? Yo no colaboro con ONG's porque me parecen un negocio más, no ejerzo voluntariado porque no me gusta y jamás daré una limosna. Pero al menos no me quejo de que la Navidad es una mierda y una falsedad porque hay negritos muriendo en el desierto (¡¡Son personas, joder!! Lo que mueren son personas, no negritos...).

Ahora bien, a mí no me gustan las Navidades. ¿Y por qué? Pensaréis, eso sí que es hipócrita. No, no lo es. A mí no es que no me gusten las Navidades por el hambre en África (también hay hambre en mi cumpleaños y no conozco a nadie que abriendo regalos se acuerde de eso, o tras una opípara comida de celebración, o una boda...). A mí no me gustan las Navidades porque no tengo un solo recuerdo feliz unido a ellas.

No voy a hacer la lista de mis fracasos anímicos por estas fechas, pero jamás he pasado una Navidad tranquila. Sólo pido eso, no pido felicidad, sólo pido dejar la mierda de lado, pero es imposible. Me hacen gracia todos aquellos que dicen que odian la Navidad pero luego quedan en Nochebuena con la familia, siendo un día más, pero puestos de puntita en blanco, siendo una noche más, una noche falsa, pero poniéndose cerdos a langostinos y tortilla de patatas. Perdonad que me ría de vosotros, pero es que sois unos hipócritas.

Tengo 28 años, he vivido 28 Navidades, y jamás he pasado una de ellas sin llorar. Jamás he terminado un año sin haber derramado lágrimas amargas, de desesperación y de odio. Y hoy no ha sido diferente. El 2008 no iba a ser el año en que esto cambiara. Mi familia, apesta, sencillamente. En estos momentos envidio a los huérfanos. Vale, ellos están solos, pero al menos no tienen una familia que les quita el aire, que les asfixia hasta que no pueden más, no tienen alguien que no para de poner la bota en la cabeza, por mi bien, eso sí.

No soporto la Navidad, provoca que en mi familia todos decidan tocarme los cojones. Hoy soy especialmente mala persona, pero desearía que todos estuvieran muertos. O al menos, que yo estuviera muerta. La buena noticia es que sólo quedan 6 días para que este infierno termine, y poder comenzar con el infierno cotidiano de siempre. Ese que es igual que el otro, pero que no tiene fechas señaladas.

Odio la Navidad. Y os odio a todos aquellos que os quejáis hipócritamente. Hijos de puta...

19 diciembre, 2008

Los mil hijos de Duncan Idaho y Siona Atreides

Pues sí, después de leerme un truño como una catedral bajo el nombre de Dune (el "último" libro de la saga, La Batalla de Corrín), he tenido la terrible e irrefrenable necesidad de leerme el origen de todo, lo que es Dune en sí mismo. Y joder, vaya diferencia...
Dune es un libro escrito por Frank Herbert que todo el mundo debería leer. Todos todos todos. El tal Herbert era un fanático de la ecología y la psicología, cosa que demuestra en su novela. Y se nota que es uno de esos libros que los meditas durante toda una vida, a los que das vueltas y vueltas, tratando de que encajen todas las piezas, de que no quede ningún fleco suelto, de que tenga sentido (vamos, todo lo contrario que Harry Popotter). Y la verdad es que lo consiguió.
Dune es un libro compacto, que cuenta una historia completa, conocida desde el principio hasta el fin por el autor, no de esas que surgen según vas escribiendo. Tenía muy claro a dónde quería ir y cómo hacerlo, y eso se nota. Tiene una mitología increíble, unas clases sociales tremendamente estudiadas, un juego de poderes sencillamente fantástico. Todo encaja, todo está pensado, todo funciona. Y la historia que cuenta, bueno, no podía fallar. Buenos contra malos, el bien y el honor contra la maldad y la depravación. Un heroe, un villano y la chica. Estaba claro que tenía que funcionar.
En resúmen, Dune es un libro sencillamente perfecto. De esos que cuando los lees el sabor de boca que te queda es dulce, muy dulce. Y de esos a los que yo recurro cuando he gastado mi tiempo en leer un truño. Por ahora tengo varios talismanes. Uno, el Señor por supuesto. Éste no lo utilizo mucho, porque sé que todo 1 de enero voy a volver a disfrutarlo, así que lo dejo para esas fechas (sí, me leo el Señor de los Anillos una vez al año ¿pasa algo?). Dos, Canción de Hielo y Fuego. Un descubrimiento reciente, pero joder, qué bueno es. Tres, cualquier libro de Mundodisco. No hay nada mejor para olvidar un mal libro que unas cuantas carcajadas con el surrealismo puro y duro. Y cuatro, Dune.
Pero a todo esto, hay que hacer una aclaración muy muy importante. Frank Herbert es un claro ejemplo de genio que se caga en su propia genialidad. Dune le salió redondo, pero luego, por el éxito del libro, siguió escribiendo. No sé si porque él tenía mono o porque la editorial le obligó. Pero sacó 5 libros más de Dune, y es curioso, cada uno es peor que el anterior... Cuando llegas al sexto la historia se ha desdibujado tanto, es todo tan ridículo y patético que sólo tiene en común con Dune la nomenclatura.
Pero es que ahí no queda la cosa. Luego su hijo, como el hijo de Tolkien, decidió subirse al carro del éxito de su padre y dedicarse a escribir las precuelas de Dune. Comenzó con una trilogía en la que se contaba la historia del padre del protagonista de Dune. Esa no estaba del todo mal. No es que fuera buena, pero se dejaba leer, sobre todo porque el hijo de Herbert se unió a un escritor decente para que le hiciera el trabajo sucio.
Lo malo vino después, cuando decidió que quería seguir viviendo a la sopa boba y se puso a escribir todo lo que pasó antes, milenios antes... Y dios, ahí la caga pero cantidad. Lleva ya una trilogía entera, y el primer libro de la segunda. Y apesta, literalmente. Es una traición a la memoria de su padre (de la que no se le puede culpar, porque como ya he dicho, su padre se traicionó a sí mismo primero...). El último libro, la Batalla de Corrín es aburrido, absurdo, las cosas que pasan no tienen sentido... Vamos, que es como Harry Popotter... Se ha perdido precisamente lo que hace de Dune un libro excepcional, la coherencia, el saber lo que quieres contar desde el principio, la unidad... En fin, es un puto desastre...
Así que para resarcirme del tiempo perdido en leer ese bodrio de más de 600 páginas, he vuelto a los orígenes. A Dune, a Paul Muad'-Dib, a Chani, a Santa Alia del Cuchillo y su madre, Dama Jessica. Y sobre todo, a Duncan Idaho, el puto mejor personaje de toda la saga. El maestro de armas de Ginaz, el ghola adiestrado para traicionar, el mil veces nacido, el único hombre capaz de engendrar mil hijos con una sola mujer. La presciencia, los hacedores, Shai-Hulud, el barón Harkonnen y la semuta. El baliset y los mentat corruptos. Dios, cómo me gusta Dune...

17 diciembre, 2008

¬¬

A ver, so gañán... Si llevo el iPod a tope, tanto que eres capaz de escuchar con toda claridad mi música, si llevo un libro en la mano y, casualmente, voy leyendo en él; y además, tengo cara de pocos amigos... ¿qué te hace pensar que quiero hacerte caso? ¿Qué terrible conjunción astral te ha guiado a dirigirme la palabra? Y lo que es peor, ¿por qué cojones piensas que tengo ganas, tras levantarme a las 7 de la mañana para ir a trabajar, de darte parte de mi dinero mientras tú estás tirado en las escaleras del metro, fumándote un cigarrito tan agusto? No, no te voy a dar un pavo. No, no me das pena. Eres un tío de treinta y tantos, perfectamente sano y fumando, lo que me indica que al coste del tabaco ahora mismo, tampoco pasas muchos problemas. Así que si quieres pasta pégate una ducha de vez en cuando, madruga y aguanta a un jefe gilipollas, como hacemos todos ¬¬.
Y, aviso a navegantes, por si no había quedado claro. Soy una persona muuuuuy rancia, cuando digo que son antisocial es porque lo soy, y el metro me pone de aún peor café. Si te encuentras conmigo, procura no dirigirme la palabra. Llevo la música a tope y un libro del que no levanto la vista, no quiero que el mundo exterior penetre en mi pequeñísimo paraíso aislado. Si lo intentas, atente a las consecuencias ¬¬.

16 diciembre, 2008

Los Clooney's al sol

Pues sí, así estaba yo ayer, con los Clooney's al sol... Y es que desde hace una semana hay algo que me alegra las mañanas de curro, y es un tremendo Clooney de dieciocho metros que los estupendísimos señores del Corté Inglés han colgado de su fachada de Callao. Sí, un Clooney de dieciocho metros, centímetro arriba o abajo. Así que cuando me harto de la trepa de mi compañera, del patético de mi jefe (la gente tiene jefes cabrones, yo lo tengo patético...), o de los pesados funcionarios, salgo a la calle, me enciendo mi purito y doy unas caladas al solecito, contemplando a Clooney... Y el día mejora, fíjate. El día que se lo lleven será el final del mundo, estoy segura. Al menos de mi mundo, a ver qué me va a alegrar las mañanas después de eso... El listón está muy muy alto (dieciocho metros!!!!).

11 diciembre, 2008

Viva la Seguridad Social

Yo siempre he sido una firme defensora de la Sanidad Pública en este país. Por dos motivos:

1.- Lamentablemente conozco muy bien la sanidad pública en mi ciudad, muchas horas de hospitales, varias operaciones (no en carne propia), y muchos ingresos y pruebas. Siempre hemos recibido el mejor trato posible, incluyendo una operación que sólo se realiza por un médico en el mundo y un tratamiento experimental. Debo mucho a la Sanidad Pública.

2.- Lamentablemente conozco muy bien los seguros médicos privados, al menos el de Caser Seguros. Y he de decir que mientras pueda evitarlo, jamás pagaré uno de estos seguros. He visto cómo a un niño se le negaban pruebas necesarias para descartar una leucemia porque la póliza de su padre no cumplía los requisitos de tiempo (es decir, que pagaban, pero no desde hace mucho, así que no es rentable), o cómo a una mujer se le negaba una mastectomía porque, total, tiene 70 años, qué más da que muera de cáncer ahora o dentro de unos años de otra cosa... Lo juro, son casos reales que yo tuve que tramitar con mis manitas y que me hicieron odiarme y amargarme durante la temporada que estuve trabajando en ese nido de ratas.

Con esto no quiero decir que la Sanidad Pública sea el Paraíso, es evidente que funciona mal, está saturada y a veces, deja mucho que desear. Y supongo que habrá algún seguro que no sea repugnante moralmente, aunque esto lo dudo más, no sé por qué. Pero a grandes rasgos, no he tenido queja nunca de la parte médica de la Sanidad, incluyendo un futuro tratamiento hacia mi persona que podría cambiarme la vida y que ha venido por su parte, sin que yo tuviera que suplicar nada. Los médicos de la Seguridad Social desde el médico de cabecera al especialista del hospital, pasando por el especialista de zona se han interesado por mi caso y han comenzado a tratarlo. No hay quejas.

Ahora bien, sí hay quejas respecto a otra cosa. La puta Administración. Da asco, pena y rabia, lo mires en el ámbito que lo mires. La burocracia es una puta mierda, y ahora se me viene a la cabeza, no sé por qué, la peli de "Las Doce Pruebas de Asterix"... Hoy es uno de esos días que cogerías a la Secretaría de departamento y la meterías la cabeza en el WC hasta que dejara de respirar...

Explico mi caso. El día 7 de octubre voy al hospital a consulta. Me manda un chorro pruebas y otra consulta con las pruebas. El día 15 o así pido las citas, y me dan para un mes despues, más o menos. La mitad de las pruebas a mediados de noviembre, y la otra mitad el 1 de diciembre. El 11 de diciembre tengo la consulta para que me den los resultados y veamos tratamiento y demás (aclaro, estoy perfectamente sana, no es nada grave). Pues me llaman el 10 de diciembre a las 14:40 horas diciendo que no tengo consulta y que vaya el 15 de enero, así, sin cita en papel, sin anestesia y sin nada. Pues nada, hoy me presento en el hospital, me dan mi justificante para el médico y me dicen que no me puede atender porque está en quirófano. Ante mi negativa a moverme de allí y al ver que me montaba mi camping oigo murmurar a las de Administración: "es que no la va a atender, que está de conferencias"...

Con dos cojones, o mi médico es la ostia y se prepara una conferencia en menos de 24 horas, o que alguien me explique cómo teniendo una cita dos meses me avisan el día de antes a las 14:40 horas... Aquí hay algo que falla, y no es el médico precisamente. Es la puta auxiliar administrativa que estaría muy ocupada viendo en el youtube vídeos de negros con la polla enorme. Creánme, sé de lo que hablo, por desgracia conozco desde dentro el cuerpo de funcionarios del Estado en diferentes ministerios y sí, es verdad todo lo que se dice de ellos.

Así que, resumiendo, mañana perdida, queja en "atención al paciente" que no va a servir de nada, pollo montado a dos capullas y me he quedado más ancha que larga. Eso sí, hasta el día 15 de enero no tengo los resultados de las pruebas ni mi consulta... Manda cojones U_U

10 diciembre, 2008

Las duchas ajenas

Desde hace bastante tiempo vengo notando en mí una manía bastante interesante. Pero es de esas manías que por mucho que lo intentes, no te puedes quitar de encima... No me puedo duchar en casa ajena.

Vale, puede parecer una cerdada, pero he de decir que si el calor aprieta o son bastantes los días, me acabo duchando. Pero para un fin de semana otoñal o invernal, como que no. Y no sé por qué, pero me da igual.

No me gusta ducharme en casa ajena, no puedo con ello. No es por cuestión de higiene, que una se ducha todos los días... en su casa, claro. Ni por cuestión de confianza, que tampoco me ducho en las casas de mayores confianzas. Sencillamente, no puedo. Necesito mi ducha, mi toalla, mi sillita al lado del baño... Me da muuuuucha pereza incluso utilizar los enormes baños de los hoteles. Como digo, si al final es una elección entre el olor a humanidad o ducharse, me ducho antes de que la sangre llegue al río... Pero me cuesta, horrores.

Es una más de esas múltiples manías que me atenazan, que a veces pienso lo feliz que sería yo sin ellas, pero francamente, no sería yo... Sé que algunos pensarán "qué cerdada!!", pero me da igual. Yo tengo la conciencia muy limpia, sobre todo en mi casa :P. Y además, en un rato me voy a la ducha, así que... Pero si algún día me invitáis un finde a vuestras casas... ahorraos la toalla de baño limpia, porque no pasaré por ahí...

Por cierto, tengo un nuevo gadget en el blog, uno de esos que miden cuán molón eres. Se trata de que los que seguís este blog os hagáis oficialmente seguidores... Lo dejaré una semana, tiempo más que suficiente para que todos lo ignoréis :P.

04 diciembre, 2008

Hágaselo usted mismo... ¡¡y un huevo!!

Estoy harta, pero hartita del sistema Ikea del "hágaselo usted mismo". Pero no os imagináis hasta donde... El otro día entro en la Fnac de Callao y me encuentro con que ya no les puedes preguntar a los muchachos de por allí acerca de un libro. Noooo, te tienes que ir a esa maquinita horrenda y ¡hágalo usted mismo!

Vale, voy a la puta maquinita. No tienen mi libro... Bueno, da igual, querría preguntar si lo van a traer pero me da que la máquina eso no lo sabe... Compro otra cosa, voy a la caja y hay ¡¡2 cajeras!! Vale, era un martes por la mañana, pero ¿2 cajeras? Claaaaaaro, es que han puesto un montón de cajas automáticas para... ¡hágalo usted mismo! Pase sus libros y autocóbrese. Ok, vale, lo hago, pero tendré rebaja en el precio ¿no? Total, se están ahorrando el sueldo de la cajera... Ah, que no, que el precio es el mismo... Pues mira, me voy a ir a la cajera, para que curre ella y no yo, que así la pagan y tal.

Termino de que la amable chica me cobre, bajo a la zona central a que me lo envuelvan y... ¿adivináis? ¡¡Envuélvaselo usted mismo!! Pues mira, va a ser que no, va a ser que os quedáis con vuestros putos libros al precio mínimo garantizado (2 céntimos más baratos), y yo me voy a ir a la Casa del Libro, que por dos céntimos el libro me atienden todas las dudas, me lo cobra una persona de carne y hueso e, incluso, fíjate qué locura, me lo envuelve para regalo.

Estoy harta, pero harta de que nos vendan eso como algo bueno. No señores, ustedes ahorran costes y yo no ahorro trabajo, pagando lo mismo por un servicio notablemente inferior. Pues quédense su precio mínimo garantizado. El martes perdieron un cliente fiel.

03 diciembre, 2008

Un poco de todo

Bueno, poco a poco voy saliendo de mi apatía post-viaje. Es increíble, pero cuanto menos haces, menos quieres hacer. En un mes sólo he recogido mi cuarto de todas las cosas que se han venido conmigo, y ¡¡lo tuve que hacer en tres veces!! Vamos, un desastre total. Me he pasado las tardes comatosa en casa, viendo series a cascoporro (no es coña, han caído las cuatro temporadas de Lost entre otras cosas, del tirón, no menos de 7 capítulos al día).
Pero creo que ya voy volviendo en mí. Al menos ayer por la tarde hice algo que hacía mucho que no practicaba. Hice el cotilla por blogs de completos desconocidos. Y descubrí una joya que me llegó al alma, me encantó e hizo que me leyera del tirón más de la mitad de los post (en el orden correcto :P). El blog se llama "a 20 cm del suelo" y tengo que pedir permiso a su creador para linkarlo desde aquí, porque me fascinó.
La cabecera del blog es un gato, y ya por ahí, me tenía ganada. Pero luego, mientras leía, había post tiernos, cabreados, graciosos, frescos (como las colonias que nos gustan a las mujeres :P)... En fin, que fue un soplo revitalizante.
Pero lo que realmente me conquistó fue un post, uno concreto, cortito y conciso, que luego si puedo enlazaré aquí. En el comentaba que hacía meses que su gato le había dejado, y aún así, le echaba de menos. No pude evitar que una lágrima se me asomara a los ojos. Hace algo más de dos años que murió mi gato, y aún me emociono cuando lo recuerdo, y eso pasa casi a diario. Es sorprendente como puedo ser completamente asocial, no lamentar la muerte de determinados seres humanos, desear la llegada de un holocausto nuclear, pero aún así llorar a lágrima viva por mi gato. Porque mi gato era especial (como el gato de cada cual para su dueño), era mi "chito", el vigilante de mi cuarto, el que montaba guardia cuando estaba durmiendo impidiendo a cualquiera pasar, el que se acurrucaba conmigo cuando sabía que estaba enferma... Han pasado dos años y quiero tener otro gato, pero aún así, ahora, mientras escribo esto, dos lagrimones me corren por las mejillas.
Pero bueno, a lo que íbamos. Que me gustó el blog, me lo leí entero (bueno, casi) y quiero linkarlo para seguirlo habitualmente.
Y ahora, me toca salir de la apatía de una puñetera vez. Odio el invierno, con toda mi alma. Su falta de luz, las lluvias, el frío... sólo me apetece estar en casa, con mi té, mi cachimba y mis series, y así no se puede vivir... al menos eso dicen, porque yo he vivido de puta madre este mes. Pero, eso sí es cierto, 1000 euros de matrícula me hacen plantearme lo de mover el culo a las frías aulas de la universidad, a ver si consigo recuperar el ritmo y no perder el trimestre entero. Ardua tarea.
Voy a empezar por bajar a comprar a la Casa del Libro. Tal vez así me anime y consiga esta tarde ir a la Biblio Nacional a hacerme el carnet, deseo que he tenido durante los 28 años de mi existencia y que ahora, incomprensiblemente, me da pereza hacer... Manda cojones U_U.

26 noviembre, 2008

Resumen de la cuarta semana

Y comenzamos con la última semana del viaje, la de sensaciones más intensas por compartirla con esa parte de la familia, tan lejana y a la vez tan cercana :). Vamos allá con el resumen:

- 03-11, Lunes --> Kamakura
- 04-11, Martes --> Llegada a Nagoya, a ver a la family.
- 05-11, Miércoles --> Nagoya
- 06-11, Jueves --> Shibuya y Yakiniku!!!!
- 07-11, Viernes --> Sankeien Koen y Minato Mirai en Yokohama
- 08-11, Sábado --> Tokyo
- 09-11, Domingo --> Vuelta a casa Y_Y

- 03-11, Lunes

El lunes, fiesta nacional en Japón, decidimos madrugar un montón e ir a Kamakura, la ciudad que fue capital del país con un gobierno eminentemente religioso. Es una ciudad llena de templos espectaculares, cerca de Tokyo, y cuya principal atracción es el Gran Buda :).

Estuvimos en un par de templos antes del llegar al Buda, que como siempre, me impresionó profundamente. Pagamos los 50 yenes que cuesta entrar al interior y allá que fuimos. Hice mil fotos de cada ensamblaje del bronce, de la cabeza, de las manos, y vibré con cada sonido que emitía la estatua. Es literalmente estar dentro de un dios.



Por la tarde estuvimos de tranquis, paseando y disfrutando de Tokyo, haciendo compras, en fin, esas cosas :).

- 04-11, Martes

El martes cogimos el Sinkansen y nos marchamos a Nagoya, a visitar a la familia. Por fin pudimos ver el monte Fuji, era la primera vez que íbamos despiertos en el tren!!!!! Jajajaja

Cuando llegamos, la familia nos trató estupendamente, como siempre, y pudimos disfrutar de la maravilla que significa tener juntas a cuatro generaciones de mujeres de la misma familia, bisabuela, abuela, madre e hija. Impresionante :).

Comida familiar, muchas risas, entendimiento como podíamos y regalos en ambas direcciones. Hubo sake, sushi y todo lo más típico que os podáis imaginar :).

- 05-11, Miércoles

Seguíamos en Nagoya pero por la mañana nos fuimos a visitar un castillo relativamente cercano, el castillo de Inuyama, que también se conservaba íntegro porque al estar en una zona recóndita y poco importante, no fue objetivo de los bombardeos de la II Guerra Mundial.



Disfrutamos del castillo, del parque de alrededor, y volvimos a casa para comer. Nos enseñaron a hacer onigiris (triángulos de arroz envueltos en algas y con relleno de diferentes tipos, comida de la que nos alimentamos durante toda la semana anterior :P), les enseñamos a hacer croquetas y torrijas, y nos pusimos todos como el kikote :D.

Por la tarde nos tocaba volver a Yokohama, con un mundo de sensaciones en nuestra memoria, con unos momentos entrañables, y super felices de bien cuidados que fuimos :). Y para darnos un homenaje, nos fuimos a despedir de nuestro Kaiten sushi favorito, del que ya he hablado. Nos dimos un festín :).

- 06-11, Jueves

El Jueves nos levantamos tarde, estuvimos recogiendo todo lo que teníamos tirado por la habitación y a primera hora de la tarde salimos a pasear. Fuimos a Shibuya, el sitio de las pantallas gigantes de televisión y los famosos pasos de peatones diagonales.

Estuvimos paseando, me compré mis Converse moradas último modelo (ouuuuhhhh yeah!!!!), me compré un bolso genial, y bueno... compramos y compramos :). Entramos también en un Pachinko, una sala de recreativos de distintos tipos. Como todo en este país, esto también está hecho a lo grande. En la que entramos tenía cuatro plantas, una dedicada a las máquinas esas de coger regalos y para hacer pegatinas con tus fotos, otra dedicada a las tragaperras normales y carreras de caballos, otra a videojuegos más clásicos y la última a juegos estilo tragaperras pero menos típicos, como un Monopoly gigantesco.


Después fuimos a cenar a un restaurante coreano donde ponen buffet libre de yakinuku. Es decir, pagando un módico precio tienes barra libre de comida y bebida. El yakiniku es carne a la plancha, y en cada mesa tienes una pequeña parrilla en el centro. Puedes pedir tanta carne como quieras, y hacértela tú mismo, mojándola después en salsa de soja, o salsa de soja con un toque de sake (me flipa!!!!!). Además, tienen una cosa que me encanta. Es como un nido de carne cruda con una yema de huevo también cruda encima. Se mezcla todo y para adentro, crudo. Es increible el sabor!!!!

Nos pusimos como el kiko, salimos a rebentar, contentillos por el alcohol ingerido y más felices que unas perdices :).

- 07-11, Viernes

El viernes por la tarde fuimos a dos de mis sitios favoritos en Yokohama, el Sankeien Koen y Minato Mirai.

Para mí, Sankeien es el parque más bonito de Japón. Vale, no los he visto todos, pero sí unos cuantos, y éste me fascina. Tiene un millón de rincones dignos de una foto o un cuadro, lugares impactantes para perderse, y edificios entre la floresta que merece la pena descubrir. Además, nos encontramos con un espeso banco de niebla, era increíble, nos molaba cantidad. Luego descubrimos que tenía truco, pero... ¡¡nos encantó!! :D



Las carpas. Son brutales!!!!


Cuando salimos nos dirigimos a Minato Mirai, la zona del puerto y la bahía de Yokohama. Tiene un pequeño parque de atracciones con una noria impresionante, y unos edificios increíbles. Además, es un espacio abierto enorme, da sensación de libertad, con el mar al lado. Me encanta, es super relajante pasear por allí. Se nos echó la noche encima (cosa facil, anochece a las 5:30 más o menos :P), y volvimos a casa. Al día siguiente nos esperaba un día duro, despedirnos de la familia, pasear por la zona más céntrica de Tokyo y terminar de organizar las maletas, que nos dieron más de un quebradero de cabeza.



- 08-11, Sábado

El sábado habíamos quedado a comer con una parte de la familia, para despedirnos. Y fuimos a la zona de Ginza Street, la que es como Serrano, pero a lo bestia. Vimos el principal teatro de kabuki de la capital y, como no, entramos a hacer las últimas compras en Uniqlo!!!! ^_^

Teatro de Kabuki


Comimos en un restaurante chino una especie de estofado de carne extraño que estaba realmente bueno, y tras despedirnos de la familia, volvimos a casa a pelearnos con las maletas. Fue horrible, realmente. No queríamos llevar nada valioso en la maleta para facturar, pero en la de mano no nos cabían tantas cosas como traíamos. Y encima, el peso estaba justo justo. Al final, tuve que dejar una mochila y unas zapatillas, para que me las enviaran por correo. Fue extenuante U_U.

- 09-11, Domingo

Nos levantamos, recogimos todas las cosas y nos fuimos a coger el tren que nos llevaría al aeropuerto. Las maletas pesaban como demonios y fue una despedida tristona. Nos quedamos bastante de bajona, pensando que ya se acababan las super vacaciones.

Cuando facturamos las maletas y nos las pesaron, vimos que estaban justo en el peso, ni un gramo más. Pasaron sin problemas y nosotros respiramos al fin tranquilos. 20 horas de vuelo infernal, y una conexión en Londres más tarde (incluyendo un último vuelo desde Londres sentados al lado de Álvarez del Manzano, el asqueroso ex-alcalde de Madrid) llegamos a nuestra ciudad. Tras aterrizar en la última pista del satélite de la T4 (es decir, un poco más allá de donde Cristo perdió las chancletas) y tardar 20 minutos de reloj en llegar a la cinta de las maletas, vimos cuando empezaron a salir que habían destrozado la mía (menos mal que no había nada de valor...). Reclamación, y para fuera. Llegada a casita, dormir y el lunes... Vuelta a la cruel realidad U_U.

Y hasta aquí hemos llegado. Faltan mil cosas, anécdotas, momentos, imágenes, olores, sabores... pero es imposible resumir todo eso y transmitirlo en un blog.

25 noviembre, 2008

Resumen de la tercera Semana

Vale, vale, cada vez actualizo más tarde, pero es lo que hay. No ando yo muy de humor para esto de la blogsfera, así que...

Bueno, vamos allá con el resúmen de la tercera semana, la primera que pasábamos viajando a tope, visitando ciudades a lo loco y aprovechando al máximo el Japan Railpass. Ahí el esquema:

- 27-10 --> Kanazawa
- 28-10 --> Kyoto
- 29-10 --> Nara
- 30-10 --> Mijayima
- 31-10 --> Kyoto
- 01-11 --> Himeji y Osaka (La iglesia de la luz!!!!!)
- 02-11 --> Relax

- 27-10, lunes

Pues empezamos la semana viajando a Kanazawa, un lugar no muy turístico y alejado de las rutas normales, pero que merece mucho la pena ver. El viaje era en trenes locales, y tardamos un porrón de horas en llegar, pero el viaje era a través de parajes preciosos, bosques y durante un trecho, a la orilla del mar. Había veces que estábamos tan cerca que casi nos salpicaban las olas, precioso.

Cuando llegamos por fin a Kanazawa nos encontramos una estación de tren super moderna, pero chulísima, con una de las típicas torii o puertas, hecha de metal. De ahí cojimos un autobús super extraño (como si fuera de los años 30 o similar, incluso en el interior, cabíamos 10 personas a lo sumo :P) que nos dejó en la puerta del castillo. Era un castillo chulísimo, aunque como casi todos los de Japón, está reconstruido. Durante todo el viaje de ida había amenazado con llover, pero cuando entramos al castillo diluviaba literalmente. Y teníamos que ir desde allí a un jardín con una linterna de dos patas. Así que aprovechando un descanso en la lluvia, salimos como dos campeones. Yo con un impermeable y mi partener en camiseta de manga corta... Qué frío, ostias!!! Eso sí, a mitad de camino el cielo volvió a caer sobre nuestras cabezas. Sólo diré que la linterna la vimos, el parque era precioso, pero luego nos pasamos las 4 horas de vuelta calados hasta los huesos... Pero mereció la pena :).


Estación de Kanazawa

Castillo de Kanazawa

Llegamos a Yokohama relativamente pronto, y en casa ya teníamos la cena preparada, y no sólo eso, sino un estupendo baño con sales, calentito. Brutal. Caímos en la cama rendidos, y menos mal, que al día siguiente tocaba madrugar para coger el Sinkansen a Kyoto :D.

- 28-10, martes

El martes madrugamos cantidad y cogimos el tren bala hasta Kyoto. Hay que decir que de camino se ve el mítico Fujiyama, pero nosotros íbamos fritos y no lo vimos :P. No hay nada como dormir en el tren, jejejejeje.

Llegamos a Kyoto, encontramos el hotel y dejamos las maletas. El hotel era extrañamente pequeño, pero acojedor. Todo en la habitación era mini, menos la cama, afortunadamente :P. Tenía un mini baño, un mini lavabo, una mini tele... y era increiblemente pequeño, pero daba sensación de comodidad. La verdad es que me encantó, teníamos unas vistas de la ciudad desde la ventana de nuestro cuarto impresionantes.

Pues eso, que dejamos las maletas, y nos fuimos a pasear por Gion, el mítico distrito de las geishas, hoy un enorme centro comercial en sí mismo. Como Kyoto lo vimos bastante bien en el anterior viaje, decidimos tomárnoslo de tranqui. Fuimos a pasear y encontramos casi por casualidad un templo al final de Gion. Entramos, más por pasar el tiempo que por otra cosa y nos encontramos allí ¡¡¡¡¡con los increibles biombos de los dioses del trueno y el viento!!!!! Vale, a lo mejor eso no os dice nada, pero para mí son una de las obras fundamentales del arte japonés, me fascinan, tengo todo tipo de merchandising con esas figuras. A ver si así os suenan más ;).


Vamos, que acabé loca de contenta. Además, el templo tenía una pintura de dos dragones, hecha en el 2004, pero al estilo tradicional, que era una pasada. Tenía también unos increíbles jardines zen, con sus rayas dibujadas entre las piedras blancas. Increible. Me encantó :).


- 29-10, miércoles

El miércoles fuimos en tren a Nara, una ciudad famosa por su gran buda, por tener el edificio de madera más grande del mundo, y por sus ciervos semi salvajes en libertad. Según te bajas del tren ya los tienes ahí, pidiéndote comida. Eso sí, estos están mejor enseñados que los de Mijayima y no te acosan mucho :P.


Estuvimos paseando, perdiéndonos con los mapas, y al final llegamos al templo donde está el Gran Buda. Es el más grande de todo Japón y desde luego, impresiona, muchísimo. No tengo las medidas exactas (tirad de wikipedia si os pica la curiosidad), pero es gigantesco. Y como siempre, con una expresión en la cara llena de vida. A mí me sigue gustando más el de Kamakura, pero el de Nara es chulísimo también.


Edificio de madera más grande del mundo


Después estuvimos paseando entre templos, bosques y ciervos, hasta que llegó la hora de volver al tren y regresar a nuestro hotel en Kyoto. Al llegar de noche pude fotografiar la Torre de Kyoto en plena iluminación. Es lo primero que se ve cuando sales de la estación de Sinkansen y mola cantidad :P.


- 30-10, jueves

El jueves volvimos a cojer el Sinkansen para ir hacia el plato fuerte del viaje, la isla de Mijayima, situada frente a la costa de Hiroshima. Es uno de mis lugares favoritos de Japón, la isla entera, sin lugar a dudas, algo que no se puede perder cualquier viajero. Es impresionante y tiene un poco de todo. La primera vez que fuimos en 2006 estuvimos viendo todos los templos y el pueblo. En este viaje comenzamos con el templo principal, el que tiene el famoso torii en el agua y está construido sobre pilotes para que el agua del mar pase por debajo. Cuando llegamos, la marea estaba alta, así que cubría todo el templo. Estaba chulísimo.

En el ferry a la Isla de Mijayima


Torii en la playa

Templo con la marea alta

Luego decidimos coger un funicular que subía parte de la montaña, para ver unos templos que hay en lo alto, y a los también famosos monos de la isla (se me ha olvidado, aquí también hay ciervos y son terriblemente pesados en cuanto sacas comida ¬¬). Cuando llegamos, me animé a hacer una subida por mitad del monte, hasta otros templos más arriba. Y ahí nos fuimos. Una burrada, acabé destruida. Yo, que soy anti ejercicio total, triscando por el monte cual cabra paralítica (paralítica porque mi forma física es una mierda, claro :P). Cuando llegamos a mitad de camino, vimos que el camino que pensábamos seguir estaba cerrado por destrozos provocados por un tifón, así que cogimos otro. En total, fueron más de 2'5 kilómetros de subida y bajada, que parecerán pocos, pero os aseguro que yo me sentí muy orgullosa de mí misma :) (es que no sabéis qué cuestas...).

Hasta aquí llegamos en funicular. Monicos y cervatos.

Comienza la ascensión. Estos eran los mejores tramos de todo el recorrido...

El fuego eterno que se supone lleva encendido más de 1000 años. Hasta aquí ascendimos.

Cuando volvimos a la parte baja de la isla, la marea había bajado muchísimo, por lo que nos pudimos acercar a pie hasta el torii. Fue genial poder tocarlo, ver de cerca el tremendo tamaño de los troncos que lo forman, las pequeñas conchas agarradas a la madera a la altura del nivel del mar... Impresionante.


Ya nos esperamos a que anocheciera (sobre las 17:30 de la tarde) para ver cómo se encendían todas las linternas de la playa. Fue super bonito, tras lo cual, cojimos el ferry y volvimos a Kyoto, a nuestro mini hotel, para descansar de la caminata con un buen minibaño :D.


- 31-10, viernes

El viernes tocaba despedirnos de Kyoto, porque al día siguiente temprano dejábamos el hotel. Estuvimos en el templo de Kyomizu, el principal de la ciudad. Allí nos asaltaron un montón de niños que tenían como deberes del cole ir hablando en inglés con los extranjeros, pidiéndoles unos datos básicos como los nombres o el país de procedencia. Se supone que es para que los niños pierdan el miedo a hablar inglés y a hablar con extranjeros, y además, te regalaban algún detalle, un dibujo o un origami por las molestias. Me parece una idea increíble y aún guardo mis dos regalitos :).


Tras salir del templo nos dedicamos a un frenesí de compras, aprovechando las dos calles que llevan al templo, que están plagadas de tiendas para guiris con mil recuerdos de Kyoto y de todo Japón. Ahí compramos la mayoría de los regalitos y recuerdos :).

- 01-11, Sábado

El sábado dejamos el hotel temprano y nos fuimos en Sinkansen a Himeji, donde tienen uno de los poquísimos castillos que se conservan intactos y sin reconstrucciones, y que es además, el más antiguo.

Himeji es una ciudad realmente pequeña y no tuvimos problemas en encontrar el castillo. Es precioso, la verdad, y bastante bien explicada la funcionalidad de cada sala.


Tras el castillo volvimos al tren y salimos disparados hacia Osaka. No teníamos mucho tiempo para ver la ciudad, así que teníamos un único objetivo, La Iglesia de la Luz de Tadao Ando, la obra por la cual me enamoré de este arquitecto. Tenía que verla y cuando llegamos a la estación, cogimos un taxi porque la iglesia no sale en ninguna guía. El taxista nos dejó en la puerta y, bueno... la sensación al verla fue indescriptible. Por fin ahí estaba, frente a la obra que tantas ideas ha despertado en mi cabeza, que tanto me ha fascinado.



Cuando llegamos, había un rastrillo y nos pararon en la puerta. Nos dijeron que no podíamos pasar porque estaban muy ocupados. Después de mucho suplicar y de explicar que veníamos desde España sólo para ver esa iglesia, conseguí que me dejaran pasar a fotografiarla. Es pequeña, increíblemente pequeña, pero es mágica. Llegamos en el mejor momento, cuando el sol daba de pleno en la abertura de la pared... Uffff, fue corto pero intenso, realmente.




Tras tener la misión cumplida, conseguimos milagrosamente otro taxi y volvimos a la estación de tren. Y de ahí, a Yokohama, tras una semana realmente cansada en que no paramos ni un momento.

- 2-11, domingo

El domingo yo estaba tan realmente agotada que no nos movimos de casa. Aproveché para hacer un trabajo para la facultad, y para recolocar un poco las fotos hechas durante toda la semana. Pero vamos, básicamente, vegeté :P.

Y aquí acaba la tercera semana. Queda una cuarta, la última y más emotiva, a ver si tengo ganas y os la cuento pronto ;).

(P.d.: No me ha dado tiempo a subir todas las fotos, espero hacerlo mañana ^_^)
(P.d.: Misión cumplida!!!!)

13 noviembre, 2008

Resumen de la segunda semana

Bueno, bueno, parece que hoy he cogido carrerilla. Así que vamos con la segunda semanita, y su resumen :).

20-10 --> Aprendimos a hacer gyozas caseras y visitamos un templo sorprendente.

21-10 --> Primera visita al Parque Ueno y a sus museos.
22-10 --> Shibuya y Harajuku
23-10 --> Segunda visita al Parque Ueno y a sus museos.
24-10 --> Compras :)
25-10 --> Nakano y sus tiendas frikis!
26-10 --> Harajuku, ¡¡la Collezione!! Y Roppongui

- Lunes 20


Después de un domingo de relax (sí, del que no he hablado, ¿qué pasa? No hicimos nada interesante :P), el lunes habíamos quedado con unas amigas chinas para aprender a hacer gyozas caseras. Para los que no lo sepáis, son una especie de empanadillas de masa blandita rellenas de carne picada y verduras que se mojan en una salsa a base de aceite y un vinagre especial. Tremendas.


Tras un atracón de estas delicias y después de haber hecho provisión para la cena, jejejeje, fuimos a visitar el templo del barrio. Pensábamos que iba a ser pequeñito, no sé, como una iglesia de barrio... Pues no. No es que fuera el más grande que hemos visto, pero joer, ¡que es de barrio! Era enorme, super bien cuidado y, sobre todo, vacío. Allí pudimos observar algo que nos encanta, la preparación de los "novicios" budistas para la ceremonia. Una especie de ensayo general de cómo hacer las cosas, incluyendo clases de "gritos". Los pelos como escarpias...


Estatua principal del Templo. Enorme

Y ya, a comprar y a casita :). Y lo de comprar no es coña, jejejeje. Hay una cosa en Japón que me fascina, y aunque aquí también hay, son una mierda. Son pegatinas, unas pequeñas pegatinas que vienen en láminas transparentes. Aquí las venden en las tiendas de chinos, de Disney y cosas así... Allí hay de todo, y soy adicta a esas láminas con decenas de pegatinitas!!! Y lo peor es que luego soy incapaz de pegarlas en ningún lado Y_Y, me da penica separarla de sus hermanitas... Bueno, pues eso, que pasamos por una papelería y me compré varias de estas láminas, super chulas :).

- Martes 21

El martes hicimos nuestra primera incursión al Parque Ueno, y sobre todo, a sus museo. Es uno de los parques más grandes de Tokyo, pero su principal atracción, a diferencia de los demás, no es la vegetación, sino que alberga los principales museos de la capital. Así que me vengan a la cabeza, el Museo Nacional de Arte Occidental, el Museo Nacional, el Museo Metropolitano, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de Música... Y me dejo varios pequeños que no visitamos.

Entramos primero al Museo de la Música por error :P, y la verdad es que lo único que merecía la pena era un escenario con un órgano bastante antiguo que sobrevivió a los bombardeos de la IIGM.
Luego entramos en el Museo Metropolitano. Íbamos busando una exposición de acuarelas clásicas y acabamos sin querer en una de arte contemporáneo... Me explico. El Museo Metropolitano es en realidad un conjunto de 5 edificios modulares, iguales, comunicados en el interior. Cada uno de los edificios acoge una exposición, y se pagan y visitan de forma independiente. Así que ante nuestra incapacidad para hacernos entender con la de información (el inglés no es algo facil para los nipos, no), nos metimos en la primera que pillamos. Y menos mal. Nos encantó, era arte contemporáneo pero figurativo en la mayoría de los casos, amable, agradable a la vista incluso los cuadros que no eran agradables. No sé, me sorprendió bastante, era arte rabiosamente actual pero no esa bazofia que se hace en Europa, no tuve la sensación de que una panda gilipollas me estaban tomando el pelo llamando arte a lo que les sale del orto... Fue una grata sorpresa, descubriendo algunos cuadros (sólo era pintura) realmente fantásticos. Y sobre todo, recordando la tremenda tontería intelectual que tenemos en Europa y lo súmamente estúpidos que somos, los complejos que tenemos.

Tras la grata sorpresa, nos encaminamos a una victoria segura, el Museo Nacional. Como la exposición principal ya la conocíamos de la anterior visita, nos dedicamos a contemplar los otros 4 edificios que componen el complejo, así como el jardín. En uno no entramos, porque acojía las exposiciones temporales. En Japón se paga una pasta por las exposiciones temporales, entre 1200 y 1500 yenes (8 o 9 euros), y además, están siempre llenísimas de gente. Así que pasamos olímpicamente y nos fuimos a ver la galería de arte oriental (China, Egipto, Mesopotamia...), las distintas construcciones del jardín, y el edificio del tesoro, al cual no entramos porque había reunión de mujeres y nos miraron fatal, así que supusimos que no podíamos pasar :P.

Vista del Museo Nacional desde el jardín

Jardín del Museo Nacional

Muertos y con un dolor de pies de mil demonios de estar todo el día pateando, nos fuimos a tomar un café y luego a casita (allí el Starbucks y otra cadena similar, Dotour o algo así, son los únicos sitios para tomar café, así que me he puesto de Mocca blanco hasta arriba :P).

- Miércoles 22


Nos fuimos a patear Shibuya y Harajuku. Shibuya es la zona que simpre sale de Tokyo, la plaza atestada de gente, llena de neones y con las dos pantallas gigantes de Panasonic. Harajuku es la zona de los frikis, pero al no ser finde, no había nadie, así que simplemente, caminamos hasta encontrar una calle estrecha, pequeña, que está llena de tiendas con mil cosas, sobre todo góticas, que es donde se compran todo las lolitas góticas tan famosas. Compramos (una mochila de calaveras, entre otras cosas :P, mochila que se ha quedado allí, por cierto... no me cabía T_T), paseamos, y disfrutamos de un día relajado :).


- Jueves 23

Ante la sensación de habernos quedado a medias con el Parque Ueno, repetimos la experiencia. Esta vez tocó el edificio principal del Museo Nacional, que tiene piezas realmente impresionantes, sobre todo las armaduras y las armas de filo. Al ir a comer probé algo a lo que me iba a hacer adicta, jejejejeje, los onigiri. Son triangulitos de arroz envueltos en alga y con un pequeño relleno de prácticamente cualquier cosa :). A mí me gustan los de atún con mayonesa :). Están de muerte, y durante las siguientes semanas, iban a ser nuestra principal fuente de comida, jajajajaja.
Luego volvimos al Museo Metropolitano, y visitamos el resto del edificio, menos la exposición temporal, que era de Vermeer... y francamente, para ver a Vermeer bastante oportunidades tengo en Europa como para pegarme con medio Tokyo frente al Astrónomo (cuadro que por cierto ya vi en el Louvre). Vimos otra exposición de pintura contemporánea, algo más pobre que la primera pero también muchísimo mejor que cualquier galería europea, otra de fotografía amateur que era malísima :P, y luego una de objetos cotidianos. Y para casita, que ya estaba bien :).

- Viernes 24

El viernes amenazaba lluvia, así que nos pusimos nuestros nuevos impermeables de Uniqlo :) y salimos a comprar y a comer una cosa tremenda. Es un triángulo de arroz (más grande que los onigiris), horneado en hojas de plátano con un relleno de carne, setas, y un pequeño huevo de avestruz. Brutal.

Por la tarde caían chuzos de punta, así que quedamos en un Starbucks con un amigo, y cuando parecía que escampaba un poco, nos fuimos a Nakano, un sitio del que no habíamos oído hablar nunca pero que se convertiría en nuestra perdición :P. Nakano es una zona de Tokyo que cuenta con unas galerías llenas de tiendas a rebosar. Pero a partir de un punto, la galería se convierte en un centro comercial de 5 plantas, cuatro de las cuales están dedicadas a las tiendas más frikis que te puedas imaginar. Música de segunda mano, disfraces para cosplay, algunos restaurantes y, sobre todo, figuras, muchas figuras. Desde grandes réplicas a tamaño natural de Yoda, hasta pequeñas figuras de goma de los Caballeros del Zodiaco. De todo. Ediciones especiales, colecciones de antaño, reproducciones trabajadas, colgantes para el movil, llaveros, pegatinas... El paraíso del friki.

Llegamos tarde y llevábamos algo de prisa, así que apenas echamos un vistazo a una de las plantas y casi no compramos nada. Nos fuimos a casa planeando por el camino el asalto a la fortaleza de Nakano!


- Sábado 25

Pues sí, al día siguiente emprendimos la marcha de mañana, bien temprano, porque nos teníamos que cruzar ciudad y media :P. Llegamos a Nakano y comenzó el frenesí comprador con unos calcetines de Pesadillas antes de Navidad. A partir de ahí, la caída fue imparable... Mi economía nunca se recuperará de las 7 horas pasadas mirando tiendas, rebuscando entre cd's, y oteando filas y filas de figuritas del tamaño del pulgar a la caza y captura de una en concreto, que no encontramos, pero casi :). Después nos fuimos a cenar por ahí y a casita a mimir y a dejar que la cartera se recuperara de las heridas de guerra :).


- Domingo 26


Último día de la semana y de este eterno post, pero quizá, el más largo de explicar. El domingo fuimos todos a Harajuku, donde los frikis del cosplay, y claro, era domingo, estaba hasta arriba. Llovía un poco y parecía que la gente estaba reticente, pero luego dejó de llover y salieron como setas. Fuera ya de lo llamativo de su indumentaria, es espectacular ver tanto colorido y tanta gente reunida en una explanada que es realmente pequeña...


Harajuku y los frikis

Después entramos en Yoyogi Koen, el parque más grande de Tokyo. Apenas vimos una pequeña parte y enseguida salimos a los lindes, donde decenas de grupos de música arañaban, en su mayoría, sus guitarras. Eran malos, pero había alguno que otro que realmente merecía la pena y nos gustaron mucho. La verdad es que es genial ver algo así, y el ambiente que genera. Se aprovecha el espacio del parque al máximo a nivel cultural, con gente haciendo tai chi en el cesped, parejas paseando, grupos ensayando artes marciales o tañendo el samisen, y el plato fuerte, lo que a mí más me gustó (en el fondo, soy una hortera de los '50...), un grupo de rockabillys bailando.



Disfruté como una enana, hombres de vaqueros prietos, con los peines en los bolsillos del pantalón, camisetas negras y chaquetas de cuero con el nombre de su pandilla, tupés de vértigo y chicas de faldas enormes y zapatillas, con lazos en el pelo. Dios, era una gozada :). Sonaba un rock'n'roll en un loro enorme, y allí estaban ellos, bailando, presumiendo, chuleando... Y ahí estaba yo, babeando y deseando una de esas faldas para mí hasta que noto un toque en el hombro, me giro y veo un dedo que señala a..., a... ¡¡un cadillac rosa!! ¡¡Un perfecto y hermoso cadillac rosa a mis espaldas!! Dios, lo babeé, lo acaricié y me fotografié con él... ¡¡un cadillac rosa!! :). Guardo estos momentos como los mejores de todo el viaje, sinceramente.


Luego salimos del parque por una zona poco recomendable, donde los "malotes" de la sociedad nipona se habían montado una party rave en toda regla, con churrys de pantalones cortos, tatuajes en las piernas y tíos con pinta realmente chunga. Eso sí, el puto DJ era la ostia, daban ganas de jugarse el tipo sólo para quedarse un rato más, pero con las miradas que nos lanzaron se nos quitaron las ganas, y antes de que la cosa fuera a mayores, nos largamos.

Luego decidimos ir andando un buen trecho para ver uno de los edificios de Tadao Ando en Tokyo, la Collezione, una especie de minicentro comercial situado casi donde Buda perdió la chancleta. Estuve a punto de llorar, brutal. Qué experiencia encontrarme por fin cara a cara con los muros de hormigón, con las líneas puras, rectas y curvas, con el cristal y el cemento... con Ando en definitiva. Hice mil fotos, cada recodo, cada perspectiva, pero es que es impresionate. Incluso en una de sus obras menores hace maravillas. Lo dicho, ese día fue la puta ostia.


Acabamos cogiendo un taxi para llegar a Roppongui, un barrio donde viven muchos extranjeros, muy empresarial, y con un conjunto de rascacielos espectaculares, Roppongui Hills. Después de comer allí muy tarde :P, volvimos a casa desde la estación más profunda de Tokyo, que se encuentra a 90 m de la superficie.


Y esto es todo, amigos (por ahora, aún quedan dos semanas, muahahahahahaha).

Resumen de la primera semana

Vale, es justo la semana que ya he comentado, pero las cosas o se hacen en orden o no se hacen ¿no? Pues eso.
Lo primero, listado de lo que hicimos en esta semana ^_^:

12-10 --> Llegada a Tokyo y a cebarnos en un kaiten sushi :D. Masaje tailandés ¬¬
13-10 --> Reencuentros con conocidos y de compras :)
14-10 --> Joypolis :)
15-10 --> Comida en un restaurante de soba genial y super tienda de 100 yenes :)
16-10 --> Relax, en casita y salir a dar una vuelta.
17-10 --> Ayuntamiento de Tokyo y Shinjuku Gyoen.
18-10 --> Compras en Gynza y ¡¡pez fugu!!

- Domingo 12

Lo primero, la llegada a Narita, prontito por la mañana. Cogimos el Limusine Bus, el autobús que nos lleva del aeropuerto a Yokohama, donde nos encontramos con la family :). Dejamos las cosillas en casa y a comer en un Kaiten Sushi, el más mejor del mundo :). Un Kaiten Sushi, por si no lo sabéis, es un restaurante que tiene una barra de sushi por la que van pasando platos y los vas cogiendo. Lo típico que sale en las pelis con los platitos moviéndose :). Pues cada platito cuesta 105 yenes (100 yenes más impuestos, que siempre es el 5%, sea lo que sea), y claro, podéis imaginar lo muy cebados que salimos, jejejejeje.

Después nos fuimos de compritas, a dar una vuelta y al dichoso masaje del que ya hablé. En serio, nunca mais, qué horror!!!! 5 días me duraron los moratones y el dolor... ¡¡5 días!! Pagué por una tortura Y_Y.

- Lunes 13

El lunes quedamos con una amiga china y nos fuimos a comer a un restaurante chino, pero de verdad :P. Ahí comimos algo llamado Tam Tame, una sopa picante con una pasta especial riquísima, y carne picada y verduras. Está tremenda, una de las mejores cosas que he comido en mi vida. Acompañada de gyozas, claro, pero al estilo chino, es decir, sólo cocidas. El método de freírlas es japonés :). Personalmente, prefiero el japonés...

Después nos fuimos de compritas a Yodobashi Camera, una de mis tiendas favoritas junto a Uniqlo :). Es un edificio entero donde venden casi de todo, jajajaja. En teoría, es tecnología, pero además tienen algunos juguetes, albumes de fotos, accesorios para gadgets... En fin, es el paraíso :).

Para cenar, por fin, mis miguitas de atún. Son los restos de hacer sashimi, que los hacen migas y los venden baratos. Se comen sobre una base de arroz, con un poco de salsa de soja y wasabi. Y es mi cena favorita, jejejejeje. Está tremendo!!!!

- Martes 14

Tocó Joypolis y eso ya lo conté con pelos y señales, así que... Super divertido.

- Miércoles 15

Por la mañana salimos a comer a un restaurante de soba. Como ya he comentado alguna vez, los restaurantes en Japón son en su mayoría monotemáticos, especializados en un tipo de comida. En éste se toma la mejor soba, una especie de pasta oscura (no sé de qué está hecha, soy un desastre :P) que se moja en un caldo y se come. Riquísima :).

Tras la comilona, nos aventuramos en el maravilloso mundo de la tienda de 100 yenes gigante!!! (Bueno, en realidad 105 yenes, por los impuestos, y cómo joden esos 5 yenes en las cuentas ¬¬). Eran 5 plantas enoooooormes de cosas a 100 yenes, con algunas un poco más caras. Tienes de todo lo que te puedas imaginar, y no son como las de aquí, que casi todo es basura. No, allí tienes cosas decentes, de buena calidad, pero que no son de marca y se venden baratas... Casi 5000 yenes me dejé (unos 30 euros :P), sobre todo en papelería, jajajajaja. ¡¡Es el paraíso!! :D

Vista de una estación en Yokohama

Nuestra cenita a base de atún ^_^

- Jueves 16

No hicimos mucho, vegetar, dar una vuelta... En fin, de relax, que estábamos cansadines :)

- Viernes 17

Con la familia nos fuimos a visitar el Ayuntamiento de Tokyo. Tienen todo el sistema administrativo centralizado en un solo edificio, un gigante con dos torres desde las cuales se ve toda la ciudad. Tienen miradores y allá que subimos, a hacer fotos de la gran urbe. Es impresionante, mires a donde mires siempre hay más ciudad, más edificios, más humanos... Se supone que en días claros se puede llegar a ver el Monte Fuji, pero nosotros teníamos una neblina de la leche, así que no pudimos verlo.

El Ayuntamiento está ubicado en una plaza ultra moderna. Según la guía que tenemos, es una plaza al más puro estilo Gotham city, y no exagera ni un pelo. El juego de los volúmenes en ese lugar es espectacular, con distintos edificios, alturas, jugando con las formas geométricas de un modo que me fascinó. Además, nos encontramos con un "artista" callejero, que pintaba un cuadro al ritmo de música electrónica. Era un pringaillo, pero pone de manifiesto algo que nos sorprende bastante porque aquí no se da en tanta medida. Cualquier sitio es bueno para expresarse, se potencia este tipo de manifestaciones artísticas y culturales hasta el mismo límite. Nadie fue a quitar al muchacho de la mitad de la plaza, ningún policía esgrimió contra él ordenanzas de ruido.

Luego fuimos a Shinjuku Gyoen, el que dicen que es el parque más bonito de Tokyo. La verdad es que es precioso, pero no podría decidirme... ¡¡allí es todo tan brutal!! Estuvimos paseando tranquilamente, disfrutando de la temperatura tan agradable... En definitiva, un momento de los de guardar eternamente.

Cuando volvimos a casa se presentó el fin de fiesta perfecto. Teníamos para cenar sukiyaki casero :D. El sukiyaki es como una especie de cocido, pero que se hace directamente en la mesa con un hornillo especial. En una salsa hecha a base de agua y soja se dejan cocer distintos ingredientes, principalmente carne y verdura. Dicho así parece bueno, pero la realidad es muchísimo mejor aún. Es una de las comidas que más me gustan, está tremendo! Y si es casero ya... el acabose :).


El Ayuntamiento de Tokyo

Tokyo desde arriba. Impresiona ¿eh?

Shinjuku gyoen

- Sábado 18

Por la mañana nos fuimos a comprar a Ginza, la calle más cool de Tokyo. Es como el Serrano de allí, pero a lo grande. Además, los fines de semana la hacen peatonal, y es una pasada caminar por allí. Entramos en el Uniqlo, donde no me quedó más remedio que comprar, jajajajaja, y luego lo flipamos con las largas colas que había para entrar en H&M... Lo han abierto hace un mes y algo y la gente se mata por entrar... Hay cosas que nunca entenderé de Japón :P.

Por la noche cenamos el pez fugu como ya conté, así que no voy a repetirme más :P.


La cola para el H&M... brutal

Sashimi de Pez Fugu :)

Y así, jugándonos la vida contra la destreza de un cocinero, terminamos nuestra primera semana. Una semana para aclimatarnos, disfrutar de la ciudad, hacer compras y ver a la familia, pero de forma relajada :).
(P.d.: No sé qué pasa que no puedo cargar las fotos desde el curro, así que las pondré cuando llegue a casa :S)
(P.d.2: Fotos colocadas :D)

11 noviembre, 2008

I hate Madrid

Menos de 40 horas me han hecho falta (32 de las cuales he estado encerrada en casa) para recordar por qué odio tanto esta ciudad. Fallos en el metro, mendigos, yonkis, la poligonera con el movil a todo trapo, la vejestorio arreglada para ir de boda que te arrolla en el metro, mis vecinos yonkis peleándose por enésima vez en mi portal, rudio, mala educación, mala leche... mala ciudad. Y los adornos de Navidad, en Noviembre.

Dios, acabo de llegar y ya estoy hasta los webos... Creo que me voy a poner a revisar las fotos y hacer los resúmenes de las vacaciones, a ver si así me olvido...