20 agosto, 2007

Cicerón

Nunca he sido muy amante de este hombre, ni tampoco su detractora. Sencillamente era el autor de unos textos que tenía que traducir cuando daba latín en el insti. Pero hoy me ha ganado, me declaro su más fiel admiradora.

Hace un tiempo, cuando jugaba a Guaran, al entrar en el juego, te salía todos los días una frase célebre de alguien. La mayor parte de las veces eran chorradas, pero algunas estaban bien. Hace un poco menos de tiempo, Dumo encontró la página de donde salían dichas frases y lo puso en su blog. Y yo se lo copié descaradamente. Más como un recuerdo del juego que porque me gustaran las frases en sí. Cada día, mi blog nos comenta una nueva perla de filosofía. Y la de hoy no tiene desperdicio. Lean:

Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros. Marco Tulio Cicerón.

Cicerón era un visionario. Eso, o todo está ya inventado, que también puede ser... Sin palabras me ha dejado el romano... Qué capacidad de análisis, qué manera de describir los grandes problemas de la sociedad. De la de antes y de la de ahora. Como antaño, ahora los hijos no obedecen a los padres (principalmente porque los padres son gilipollas y han olvidado lo que es la disciplina y el respeto, es decir, lo que significa ser padres), y cualquiera puede escribir un libro. El problema no es que la sociedad no lee, el problema es la mierda que tenemos que leer, porque cualquiera con diarrea mental escribe un libro. O un best seller en el peor de los casos (¿verdad, señor Brown?). Ayssssss, qué grande era Cicerón...

Estoy leyendo la segunda parte de Memorias de Idhún, y a su autora habría que colgarla del dedo gordo del pie y dejar que sus huesos fueran limpiados por las alimañas. O directamente pegarle un tiro a su editor. Maldito tráfico de influencias...

15 agosto, 2007

II Guerra Mundial

Hoy hace 62 años que finalizó la II Guerra Mundial. No me he dado cuenta hasta que he entrado en una página española sobre Japón. Me parece una fecha importante, no se si se le ha dado importancia en las noticias, porque no las he visto, pero a mí me parece fundamental. Medio mundo cambió con esa guerra, sobre todo Japón. Hoy han hecho un acto público en Tokio para conmemorar la memoria de los más de tres millones de caídos. Tres millones, que se dice pronto. Estamos hablando de hace 62 años... Y encima piden perdón por todo el daño que ocasionaron.

Ellos piden perdón, pero aún no he oído a un puto yanki decir lo mismo... Me cabrea, me cabrea mucho que sólo los japoneses y los alemanes pidan perdón. Sí, asesinaron, es evidente. Sí, Alemania cometió un acto de barbarie sin igual. ¿Sin igual? Yo pensaba que los campos de exterminio mostraban lo peor del alma humana, pero me equivocaba. Lo peor del alma humana me lo encontré en Hiroshima.

Fuimos casi por casualidad, como parada rápida y porque quedaba cerca de otros destinos. Pero la vista del Domo de la Bomba Atómica cambió mis percepciones de la Guerra. No pretendo defender el fascismo ni mucho menos. Pero lo que jamás defenderé ni comprenderé es la matanza cruel e indiscriminada de millones de personas, de civiles, de hombres, mujeres y niños que simplemente vivían en una preciosa ciudad. El uso de un arma tan brutal. Ese día, los americanos dejaron de ser personas, pasaron a ser menos que animales, vulgares bestias. Antes los odiaba, eran zafios, ruidosos, mezquinos, incultos, bárbaros... Desde ese día los desprecio como desprecio a las cucarachas que me cruzo por la calle. Hoy hace 62 años que arrodillaron al mundo bajo su bárbara bota. Del peor modo posible.

El silencio que reina en aquel lugar de muerte, las piedras aún quemadas, los rastros de la destrucción que ni el tiempo ni la lluvia han podido borrar. Las flores frescas que aún ponen, las pajaritas de papel que simbolizan el sufrimiento de una adolescente. Todo pone el vello de punta. En aquel lugar sólo puedes sufrir y odiar. Sufrir por lo que pasó y odiar a quien fue capaz de hacerlo, no una, sino dos veces. No vale la excusa de que no sabían los efectos, lo sabían y demasiado bien.

Por suerte, no pudieron con Japón, que pocos años después volvía a levantarse tan majestuoso y orgulloso como antaño. No pudieron quemar los delfines de Nagoya, no pudieron vencer el espíritu de los kamikazes, sacrificando su vida por la gloria, por matar a un enemigo inferior que se basa en armas tan indignas como la bomba atómica para poder ganar una guerra. Hoy Japón ha guardado un minuto de silencio y ha pedido, de nuevo, perdón. Ojalá los yankis aprendieran.

Dejo una foto que aún ahora, a través del monitor, me hiela el alma. No debemos olvidar. Pasen 62 o 100 años, no debemos olvidar. Ni perdonar.


13 agosto, 2007

U2

Hoy estoy un poco de bajona, y como siempre que me encuentro algo triste (que no depre), me gusta escuchar esta canción. No por lo que dice, que no tiene nada que ver normalmente en mi estado de ánimo, sino porque la música, la voz de Bono... todo es mágico en ella. El comienzo me pone el vello de punta, y me recuerda a Friends. Esta canción siempre me produce una mezcla entre alegria y pena, será por eso que siempre la escucho cuando ya estoy triste. No soy muy fan de U2, me gustan pero no conozco todas sus canciones. Pero esta... esta es sencillamente genial.