19 noviembre, 2006

Dalí



Uno de los cuadros de Dalí que más me gustan, Leda atómica. Gala aparece como Leda, y absolutamente todo en este cuadro está flotando. Cerca y a la vez lo más lejos posible, a punto de encontrarse pero eternamente capturado en soledad. Y el mar de Cadaqués al fondo. Me parece uno de los cuadros con más simbología de Dalí, de modo personal (hay otros tremendamente más complejos, como El Enigma sin Fin), o al menos, de los que más me llegan. El paisaje del fondo, apenas esbozado, permite soñar. En definitiva, un cuadro que me encanta.

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