15 marzo, 2007

Estupefacción

Y rabia, mucha rabia. Hace unos días, a principios de semana, me metí en mi expediente mediante la página de la facultad, y lo que ví me dejó anonadada. Había 5 notas en el expediente. No podía ser, si sólo he hecho 4 exámenes. Reviso, y mi cara no debió de tener precio. He aprobado Arte Egipcio. Sí, después de todo el follón, de todos los problemas, entro y tengo un 6. No he hecho el examen, no he presentado trabajo, nada. Lo que no se es si sólo me ha pasado a mí o la tía ha hecho un aprobado general. Le he preguntado a un compañero, pero no ha entrado todavía.

Por un lado estoy contenta, ya no tengo que volver a verle la cara a esa sinvergüenza. Pero por otro, el más importante, me siento frustrada e impotente. Ese 6 es el precio de mi integridad, con ese 6 borran mis quejas y mis solicitudes. Con ese 6 la Autónoma de Madrid se lava las manos al más puro estilo Pilatos.

Lo he pensado, ir a reclamar, decir que se han equivocado, pero ¿para qué? Si sólo ha pasado conmigo aún tendría sentido. Pero si es un aprobado general... ¿cuánta gente reclamaría conmigo? Y lo que es más importante, ¿tengo derecho a que gente que necesita esos 6 créditos los pierdan por mis ideales? No, no creo tener ese derecho. Por otro lado, puede parecer mi postura como una cobardía, y lo es. Es cansancio y cobardía, astío de luchar contra la máquina que te apisiona, y te pone un 6 para que te calles. Y también es cabreo. Contra mí misma, por conformarme con ese 6. Pero así es la vida, a veces puedes luchar, pero a veces no queda más remedio que callar, y aprender a vivir con ello.

1 comentario:

Paula... dijo...

Es una situación complicada, recuerdo haber encabezado más de alguna reclamación en la facu, y luego que los compis me den la espalda... o que algún profesor piense que mis quejas (fundamentadas y muy estudiadas con programa en mano) son sólo justificación para mi 'pereza'... es a veces muy estúpido todo e injusto, y a veces no sabes bien qué es lo que corresponde o es bueno hacer o dejar de hacer.

Lo peor creo es ese sentimiento y ese mal sabor de boca que te queda a ti... a los demás que les den por saco a fin de cuentas, pero que una se quede así, eso es lo más ingrato.