08 septiembre, 2008

Damos asco

Con noticias como ésta, la verdad es que las pocas ganas que quedan de ser solidario se van por el retrete.

Hace unos meses, un profesor de colegio ingresó en coma en un hospital tras recibir un puñetazo de un tipo. El profesor había mediado en una discusión entre el bruto y su novia. Por lo que parece, discutían por un móvil y el bruto empujó a su puta y la tiró al suelo. El profesor intervino verbalmente y se llevó un puñetazo que lo está matando poco a poco.

Y ahora bien, llamo puta a esta mal parida porque encima tiene los santos ovarios de salir en la televisión, cobrando 70.000 euros (sí, más de 10 kilos), para decir que la culpa es del profesor, que es de mala educación insultar a nadie y que ella no fue empujada en ningún momento. Aparece vestida de negro y rojo pasión, super modelazo, y diciendo que en esta historia hay tres víctimas, el profe, su novio (pobrecito, cocainómano y borracho, una joya) y ella.

Y ¿qué nos enseña esta historia? Pues que cuando veas que están puliendo el lomo a una mujer, pasemos de largo. No es el primer caso de este tipo. En España es muy común, que tú veas como un pavo le da candela a su churry, le dices algo y no sólo el pavo se te encara, sino que la churry te ataca porque... ¿cómo osas meterte con su macho?

A mí me hace mucha gracia la campaña que el Gobierno está llevando a cabo. Sobre todo cargando con la responsabilidad del maltrato a los vecinos y amigos. No, señor. Si una mujer es maltratada, es ella la que tiene que salir de esta situación. Y es el Gobierno quien tiene que ayudarla, con medidas reales y efectivas (no como la mierda de orden de alejamiento que sirve para todo eso...). No me sirve que me carguen a mí con las obligaciones del Estado y de la propia mujer maltratada. Es un riesgo, y un riesgo cierto, meterse en una relación de este tipo, y lamentablemente, en un elevadísimo porcentaje, ni siquiera la maltratada lo agradece... Lo que hay que exigir es medidas decentes tanto judiciales como de protección. Y sobre todo, concienciar a la mujer que si recibe una ostia una vez, va a recibir mil más. Y dejar a los vecinos en paz, que bastante tenemos con lo que tenemos...

El caso de este profesor nos tiene que servir a muchos para hacer examen de conciencia. A la zorra esa para que se le caiga la cara de vergüenza. Al bruto para que se pudra en la cárcel. Y a los demás, para que nos metamos en nuestros propios asuntos, sobre todo en casos como estos, en los que las propias mujeres pasan de hacer algo por salvarse a sí mismas... Y no se me venga con que no pueden, no me jodáis. Que todo maltratador tiene que dormir y en toda casa hay cuchillos de trinchar...

1 comentario:

Dumorix dijo...

Te olvidas de los que tienen la cara de invitar a esa persona a sentarse enfrente de una cámara para soltar chorradas y luego le pagan por ello.

Los periodistas y gentuza relacionada yo no nos llevamos bien.

Vergonozoso todo esto, la verdad...