09 marzo, 2011

El día internacional de la mujer

Ayer me pasó algo muy curioso. Tuve que ir a un museo (de cuyo nombre no quiero acordarme), y al ir a mostrar mi identificación como parada para entrar por la cara, me dijeron que no hacía falta porque toda esta semana las mujeres entraban gratis, por ser nuestro día.

Y lo primero que vino a mi cabeza es... tengo que preguntar cuándo es la semana en que los hombres entran gratis. Porque esto es un estado de paridad, ¿no?

Ah, no, no es de paridad. Es un mundo donde las mujeres tenemos un día especial, pero los hombres no, porque se dice que el día de los hombres es el resto del año. Pues hasta donde yo llego, los hombres no entran gratis el resto del año en los museos...

Me jode, me jode este tipo de políticas. Porque sólo fomentan la desigualdad. Y me jode que mis amigos tengan que pagar por algo que a mí me sale gratis sólo porque mis órganos reproductores son diferentes. Me jode que se remarque tanto mi diferencia biológica. Porque si somos iguales, somos iguales, no diferentes para mejor.

Muchas veces me he quejado de la discriminación postiva, que no deja de ser discriminación, sólo que beneficiando a "otros". Sin más. Remarca las diferencias, y lo que hay que hacer es eliminar la diferencia de trato en base de esas diferencias. Porque existir, existen. Y decir que tanto una mujer como un hombre pueden realizar las mismas acciones es una estupidez enorme (al caso de las princesas bomberas me remito). Debemos empezar a asumir nuestras limitaciones, y a ser realistas. A mí nunca me darían un bisturí para hurgar en el cerebro de nadie, porque no tengo capacidades para ello. Pues lo mismo ocurre con las capacidades físicas.

Además, es curioso un asunto que a mí, personalmente, me pone los pelos de punta. Las mujeres siempre pedimos la "igualdad" (entre comillas, porque pedir pruebas físicas distintas para el mismo puesto me parece un chiste de mal gusto) en trabajos muy bien reconocidos económica y socialmente. No veo a la gente peleándose por bajar a la mina, por subirse a un andamio o por embarcarse durante meses en un pesquero y largarte a las costas de África a tratar con el mar y los piratas. ¿Cómo podemos tener tan poca vergüenza y hablar de igualdad? O de paridad, que ya me gustaría saber qué pasaría si ahora mismo se dijera que la mitad de las cajeras de las grandes superficies y supermercados deben ser despedidas para contratar hombres... Eso sí sería paridad ¿no? Ah... que eso ya no nos gusta tanto. Paridad en Menestros y Menestras, en bomberos y bomberas (que cobran una pasta gansa) y en las juntas directivas de las empresas. Pero a la mina baja tu puta madre, chata.

Pues eso. Estoy totalmente en contra de tener un día (al menos le han quitado lo de "trabajadora", que eso sí que era recochineo). Porque no quiero que mis diferencias fisiológicas y biológicas marquen ningún trato diferencial. No quiero entrar gratis en un museo sólo por tener útero, un mero accidente. No quiero que me miren diferente dependiendo de si me cuelgan o no me cuelgan dos kintamas. Quiero igualdad, con todo lo que eso significa. No quiero un trato preferencial que sólo hace más profunda la zanja que nos separa. Quiero feminismo, y no feminazis.

Y estamos equivocando el camino.

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