08 octubre, 2006

Mal día

Hoy he tenido un mal día. No se por qué, o quizá sí lo se, estoy más susceptible de lo normal. Me he enfadado con personas que no lo merecían y he reaccionado de un modo bastante infantil. No se por qué a veces hago lo que hago, y lo que es peor, luego no se dar marcha atrás. No ha sido nada serio, ni nada especialmente hiriente, nada fuera de lo común, pero hoy ha sido lo que hacía falta para hacerme explotar. Hacía mucho que no me pasaba algo así, trato de cultivar la paciencia, no en el sentido de tener paciencia con los demás cuando no debo, sino en el sentido de paciencia hacia mí misma, tratar de no saltar a la menor ocasión. Pero tengo la sensación de que en cuanto bajo la guardia, sale a relucir mi yo, ese yo que no me gusta demasiado, y que hace tantas tonterías, que provoca situaciones incómodas para gente querida, muy querida. He aprendido a pedir perdón, es algo que ya no me cuesta cuando veo que he metido la pata. Pero a veces, lo veo demasiado tarde. Como digo, no ha sido nada excepcional ni nada especialmente grave o que no tenga solución, pero es sólo una muestra. A veces es tan difícil comportarse siempre correctamente, hacer siempre lo adecuado en toda situación... no me refiero a perfección, eso no existe, pero sí un atisbo de honor, y sobre todo, de tratar de no herir sin motivo alguno...

Qué difícil es sobrellevar un mal día!!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo nena, sabes que a todos nos pasan esas cosas.

Qué más te puedo decir yo que soy la primera en tener 'de esos malos días'?

Marga, eres una mujer super especial, sabes que yo te quiero muchísimo y aunque no se que te ha pasado exactamente en este momento, sabes perfectamente bien que espero que no sea nada que no tenga solución...

Sí, la paciencia diariamente la tenemos que cultivar, a veces para los demás y otras tantas para con nosotros mismos.

Miles de besos, cuidate y te llamo en estos días.

Arwen_mge dijo...

Sí, ha sido una tontería, no ha pasado a mayores, sólo un pequeño rebote, pero que no me he gustado nada a mí misma, y que invita a la reflexión. El problema y el enfado ya está olvidado, ahora sólo queda, como decía, la reflexión.