Eso es lo que llevo sintiendo desde septiembre. Desencanto. Sin más, sin adornos, sin falsas palabras de aliento. Desencanto. Ni siquiera odio, o desprecio, sólo... eso.
Pensé que todo era cuestión de aguantar, pero no... la presión de dedicarle todo tu tiempo a algo en lo que no crees, de abandonar tu vida por completo en aras de un proyecto que ha dejado de ser bueno hace tiempo hace que no duermas por la noche. Lo sé bien. Sufro insomnio.
Así que lo he decidido. No me licenciaré este año, ni en junio ni en septiembre. Necesito terminar esto con el mismo espíritu con el que lo comencé, necesito no estar desencantada con el arte, necesito poder decir muy alto que soy historiadora del arte, y que me siento orgullosa. Y ahora mismo tengo la sensación de que todo vale una mierda, siempre y cuando la presentes en un bonito powerpoint de colores vistosos.
Y como siempre, he recurrido a mi tabla de salvación, a mi profesor favorito. Y voy a terminar la carrera este año, sí. A falta de dos asignaturas optativas. Porque el año que viene voy a dedicarme todo el curso a hacer un trabajo sobre sillerías de Coro. A disfrutar de las charlas con este profesor, de sus agobios para meterme prisa, de sus bibliografías eternas. Porque quiero que lo último que haga en la carrera merezca la pena y me deje con ganas de más, no con esta sensación de querer acabar ya a toda costa la tortura y que no vuelva a tener nada más que ver con ello en mi vida.
Un año más... ¿Qué es un año más cuando ya pasas de los treinta, estás en el paro y tu futuro es negro como boca de lobo? Total, da igual acabar a los 30 que a los 31... ¿no?
Eso trato de decirme desde ayer a cada segundo, que merecerá la pena. Y eso espero. Que la merezca.
6 comentarios:
Welkome to the jungle♫
Lo de ¿Collar? tiene una pinta tremenda. Quise hacer algo así en 4º pero el pasotismo y la desgana me pudo.
25 de febrero, 16:50
Collar, sí... ayssssss, que todos me lo conocéis ya a mi Fernando del alma :D.
La verdad es que cuando lo empecé hace dos años me dio una pena terrible tener que abandonarlo. Joder, que ya viste el coro de San Marcos... es una pasada. Y la verdad es que... qué carajo. Un año más no es nada ¿no? Es lo único que me ha devuelto las ganas de seguir con energías :D
25 de febrero, 16:53
Leyéndote me han entrado energías a mí también :)
25 de febrero, 17:43
Pues lo que tengo claro es que solo vivimos una vez, y lo principal es ser feliz, y estar bien consigo mismo, asi que adelante, que seguro que asi te vere mas por Leon, que aqui hay muchos Coros :P
25 de febrero, 17:56
Niña....piensa en que tú puedes transmitir tu entusiasmo a los demás. La carrera es un trámite para empezar un camino, no lo crees? yo no aprendi nada en magisterio...pero sacarlo me permitió apender de verdad. Sólo hay una dirección "hacia delante" (la velocidad la pones tu)
25 de febrero, 18:32
Te entiendo perfectamente, en mi facultad, una vez pasas el segundo curso sólo me quedaba una asignatura que de verdad valiera la pena porque había un profesor que de verdad le ponía pasión a la clase. El resto, aunque hubiera algunas asignaturas que me resultaran atractivas, estaban impartidas por profesores que te aburrían del mundo.
Pero tú estás cerca y sí, si este año no te ves con fuerzas, acabas el que viene, pero acaba.
25 de febrero, 22:11
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