22 diciembre, 2006

El fantasma de las Navidades pasadas

Como todo el mundo, yo también he vivido anteriores Navidades, e incluso hay muestras gráficas de ello. Durante un par de años, varios amigos nos juntamos el día 1 de enero, en Plaza Castilla, para desayunar juntos. Lamentablemente sólo lo hicimos un par de años, luego el destino nos llevó a cada uno por nuestro lado. Pero el primer año fue genial. Era la primera vez en mi vida que quedaba con mis amigos, aunque no fuera para salir en Nochevieja. Hasta entonces yo siempre había pasado el 31 y el 1 en casa, con mi familia. Y ese año por fin quedé con ellos. Fue genial, estuvimos desayunando en un "Café y Te", tostadas y churros con chocolate, y charlando, riendo, disfrutando... Recuerdo ese día sobre todo como el primer día que vi a Sami con traje. Se lo había comprado para la fiesta de la noche anterior, porque iba a casa de sus suegros, un tres piezas precioso y que le quedaba genial. A la hora de hacer la foto se quitó el abrigo, para que se viera bien, porque sabía que a mí me hacía ilusión. Sami siempre es así, un detallista, atento al más mínimo deseo de la gente.

Por el contrario, ahí tenemos a Pako, vestido de chándal. Vale, era el día 1, ya no estábamos en Nochevieja. Pero un mínimo ¿no? Unos vaqueros o unos chinos como llevábamos los demás... Él también fue siempre así. Estaba tan acomplejado por su aspecto que se escondía en una falsa imagen de dejadez para no confesarse a sí mismo que la ropa le quedaba mal. Y no se daba cuenta que a los demás eso nos daba igual. Pero bueno, siempre fue a su puñetera bola, sin hacer caso de los demás, sacándo conclusiones sin dejarnos hablar, y tomando decisiones extremas sin motivo. Así era él (hablo en pasado ya que hace un montón que no se absolutamente nada de él, una lástima).

Y de los demás, pues Nieves y Jesús, peculiares. Aún mantengo contacto con ellos, escaso y espaciado, pero al menos se mantiene. Las vidas nos han cambiado mucho a todos, con golpes duros que algunos aceptamos mejor que otros. Pero al menos ahí siguen, aún merece la pena echar unas pelis con ellos (él), y unas risas.



3 comentarios:

NiñoGusano dijo...

DIOS TIENE PELO!!!
¿pero no nacío calvo? Supongo que si como todos, pero siempre pense que se quedó así.
Ahora veo que hubo un tiempo intermedio donde su craneo no brillaba como estrella boreal.
Una pena, menos mal se ha curado de ese mal que apaga su craneo. xD

Arwen_mge dijo...

Jejejejejejeje, sí, hubo un momento en que tuvo pelo, pero siempre fue un calvo por vocación :P. Él sabía cuál era su destino, brillar y relumbrar!!!!!

Anónimo dijo...

Oh.

'peculiares'

Cabe tanto bajo ese adjetivo...