16 mayo, 2007

Seguir caminando

Hay veces que seguir caminando se hace por inercia, porque no queda más remedio, porque estás anestesiado y no sabes qué otra cosa hacer. Así estoy yo, camino porque no puedo pararme, avanzo porque no sirvo para retroceder, continúo porque me he dado cuenta que a pesar de todo, soy fuerte para continuar, fuerte para tantas cosas que pensé que jamás podría soportar. Que la vida da golpes es algo que todos sabemos, cada cual se ha llevado sus palos, grandes o pequeños, eso da igual. Pero también es seguro que cuanto más feliz estás, más grande es el golpe que te llevas. Quizá yo estoy pesimista, alérgica, triste, con dolor de cabeza, y sólo vea el esfuerzo que supone seguir de pie. Pero, pese a todo, sigo de pie, seguimos de pie, ella y yo, solas, juntas y hacia delante. Esta entrada la escribo desde el portátil nuevo que me he comprado (las penas con consumo son menos penas), es precioso, es fantástico, es parte de esa inercia. Tenía pensado comprarlo el mes que viene, pero se ha adelantado. Mil excusas me llenan la cabeza, lo necesito para las clases, lo necesito para cuando me vaya de vacaciones, lo necesito para... La verdad es que no lo necesito para eso, lo necesito para tratar de configurar la conexión wi-fi, lo necesito para tratar de gorronear conexión a mis vecinos, lo necesito para tratar de aprender a manejar el windows vista, lo necesito para que me empuje en mi inercia, para que me haga no pensar, para que me anestesie y me sostenga de pie. A veces siento que caigo, pero cuando me miro, cuando me observo, sigo milagrosamente en pie. Parece que es cierto que soy fuerte, aunque ahora mismo mi corazón sólo lata a ratos, aunque ahora busque en las fotos lo que no pude buscar en la realidad, aunque la imagen de mi cerebro ahora esté más embellecida y sea más bonita. Hoy luce el sol, y parece cierto aquello de que el mundo continua girando, y también parece cierto que yo voy a aguantar sobre él un día más, al menos un día más. Sólo espero que la inercia me dure aún algún tiempo más, ahora no soy capaz de tener que andar por mis propios pies.

1 comentario:

Mameluco dijo...

LA inercia puede durar mucho, pero lo mejor es tomar las riendas poco a poco. Es difícil y complicado, pero si las cosas que te pasan las decides tú (siempre que esté en tu mano) te equivocarás pero de algo servirá. No sentir ni padecer es inercia. Y la inercia la deberíamos dejar para momentos puntuales (si es uno de ellos aprovechala bien) o para los autobuses que se detienen y nos vamos un poco para alante...
Esa es mi opinión, que no es gran cosa, pero bueno, te lo dice uno que ha sido inercioso al máximo...