Estoy harta de usted. Sí, así como se lo digo, estoy harta de que usted, señor/a Queja, exista y me use como blanco de su diarreica verborrea. Estoy harta de que sólo sepa quejarse, dar pena, hablar de tristezas, de lo chunga que es su vida, sin pararse nunca a mirar las de los demás. Estoy harta de que cuando me siento generosa y decido echarle una mano, usted encima se enfada porque "las cosas se ven muy bonitas desde la barrera". Estoy harta de que sólo se queje, jamás se ponga en movimiento. Si su vida es triste, cámbiela. Si no llega a fin de mes, no tenga tantos gastos. Si se aburre, trabaje o tenga hobbies. Pero no, porque arreglar su vida, darle un sentido, supondría perder para siempre la posibilidad de quejarse y de amargarnos a todos la existencia.
Una vez alguien me dijo que la moda ahora mismo es coleccionar cosas, y que lo mejor, es coleccionar desgracias. Jamás he estado más de acuerdo.
Quiero gritar, quiero que la gente me deje en paz. Si no vas a buscar mi consejo, si no vas a escuchar lo que te digo, si ni siquiera vas a mover tu culo por salvar tu vida, coño, al menos haz algo útil y deja de darme por culo. Deja de amargarme mi existencia. Cuando yo tengo un problema, lo cuento. Cuando estoy triste, se lo digo a mis amigos o lo publico en este blog. Pero si mi vida no me gusta, la cambio. Valga como ejemplo el cambio de carrera/vocación a los 26 años. Los mil cambios de trabajo antes de asentarme en uno que me gusta. Las ideas de cambio de ciudad que aún están en el aire.
Desde aquí quiero pedirte, por favor, Señor/a Queja, que si tu hobbie es coleccionar desgracias, si en el fondo te gusta sentir tu miseria, si eres demasiado cómodo o cobarde para cambiar tu vida, no me lo cuentes. Todos pasamos malas rachas, algunos hasta tenemos una naturaleza tirando a melancólica, quizá nos gusta la sensación de estar tristes. Pero por favor, vampiros anímicos, no.
Dedicado a ese "par" de personas de mi entorno más cercano, aunténticos vampiros pudrealmas.
Una vez alguien me dijo que la moda ahora mismo es coleccionar cosas, y que lo mejor, es coleccionar desgracias. Jamás he estado más de acuerdo.
Quiero gritar, quiero que la gente me deje en paz. Si no vas a buscar mi consejo, si no vas a escuchar lo que te digo, si ni siquiera vas a mover tu culo por salvar tu vida, coño, al menos haz algo útil y deja de darme por culo. Deja de amargarme mi existencia. Cuando yo tengo un problema, lo cuento. Cuando estoy triste, se lo digo a mis amigos o lo publico en este blog. Pero si mi vida no me gusta, la cambio. Valga como ejemplo el cambio de carrera/vocación a los 26 años. Los mil cambios de trabajo antes de asentarme en uno que me gusta. Las ideas de cambio de ciudad que aún están en el aire.
Desde aquí quiero pedirte, por favor, Señor/a Queja, que si tu hobbie es coleccionar desgracias, si en el fondo te gusta sentir tu miseria, si eres demasiado cómodo o cobarde para cambiar tu vida, no me lo cuentes. Todos pasamos malas rachas, algunos hasta tenemos una naturaleza tirando a melancólica, quizá nos gusta la sensación de estar tristes. Pero por favor, vampiros anímicos, no.
Dedicado a ese "par" de personas de mi entorno más cercano, aunténticos vampiros pudrealmas.
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