15 septiembre, 2006

Ya vuelvo a estar sola en casa, al menos por unos días. El domingo vuelven mis padres y se acaba mi tranquilidad. Ha sido una semana intensa, prácticamente sin parar en casa, o con la casa llena de gente. Momentos de risa, alguno de llanto (pero no de tristeza), y mucha diversión. El fin de semana ha sido, como ya dije, el momento importante. El sábado mi casa estuvo ocupada hasta por 9 personas en un determinado momento.

El viernes salimos a tomar unas cervezas, y ya llegaron los primeros habitantes de la casa, jejeje. El sábado fuimos a comprar el avituallamiento del fin de semana, y por la tarde comenzamos la partida. De noche llegaron los últimos perdidos. Definitivamente mi casa es como el triángulo de las Bermudas, nadie la encuentra, jajajajaja. Bueno, en realidad es que yo me explico fatal dando indicaciones, y tiendo a hacer que la gente se pierda, pero bueno. Así que en ese momento, éramos 9 y Kazhad-Dûm casi al completo. Fue un momento genial.


Luego el domingo Paula decidió quedarse en mi casa unos días más, y yo encantada, por supuesto. Así que aprovechamos la semana para conocer un poco de la ciudad, incluido un restaurante japonés y el Museo del Prado, una gozada. Espero que lo haya pasado tan bien como yo. Por no hablar de las charlas hasta las 4 de la madrugada que hemos tenido... ¡¡Si hasta nos hemos quedado afónicas!! Eso sí, hemos arreglado el mundo...

Y bueno, la visita del nene, lo mejor de lo mejor. A ver si pasa pronto el año y le tenemos en nada por aquí.

2 comentarios:

Paula... dijo...

Me lo pasé muy bien y gracias por todos los momentos compartidos. Fue muy diver y yo aún no recupero la voz jajajajaja. Besitoooos.

Anónimo dijo...

Un momento genial, sin duda. Echaré de menos el poder volver a reunirnos todos juntos de forma semajante, aunque tenga que acostumbrarme a que me llamen, el nene :P