20 enero, 2007

El puteal de la Moncloa

Bueno, pues a pesar de su ridículo nombre, esta es una obra capital para comprender el arte Griego, y la tenemos en Madrid, en el Museo Arqueológico Nacional.

La escena representada es el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus, recién herida con un hacha por Hefesto para facilitar la salida de la diosa (vamos, que le acaba de partir la mocha al dios de dioses con una pedazo de hacha...).

En la imagen se ve la figura de Atenea recién nacida y con sus armas, el escudo y la lanza (que faltan) que se suponían de oro.

Este puteal (aún no se muy bien qué carajo es un puteal), copia romana encontrado en el jardín de Moncloa en el S. XIX, representa el mismo tema que el frontón principal del Partenón, casi completamente destruído en el S. IV d. C. al convertir el edificio griego en un templo cristiano (los muy salvajes se cargaron toda la pared para hacer un ábside). Así, durante muchos años (siglos incluso), se ha pensado que la iconografía de esta obra debía ser muy similar a la que aparecería en el Partenón. Últimamente se ha pensado lo contrario, ya que esta obra de Madrid corresponde a un período muy posterior en el tiempo y los gustos habían cambiado mucho. Aún así, hay autores que consideran que es el mejor punto de partida.

Casi todos los historiadores del arte han dibujado su interpretación del importante frontón del Partenón, del que quedan pocos restos y que se encuentran en Londres (¿expolio? ¿Quién dijo expolio?). Casi ninguna interpretación parece adecuada, quizá por la enorme dificultad de recomponer algo de un tamaño grandioso con unos pocos restos. De hecho, si sólo tuviéramos los restos, ni siquiera conoceríamos el tema principal del frontón, ya que éste lo conocemos por obras escritas del S. II d. C.

Es lamentable el estado de ruina que presenta la obra más representativa (y representada) del arte occidental, lo que se considera el culmen de la arquitectura europea, el triunfo del hombre. Y es lamentable ver como ingleses y franceses se enriquecieron en las ruinas y que aún exponen orgullosos en sus museos el fruto de un robo, sin el más leve asomo de vergüenza. Esta destrucción y este robo a mí me recuerda al que hace poco han sufrido las ciudades de Irak, donde las ricas raíces culturales de uno de los pueblos más antiguos de la tierra han sido destruidas por las bombas teledirigidas desde Washington. Es evidente que el hombre no aprende.

4 comentarios:

Parmenio dijo...

Pues a esto se le llama puteal, porque hay que reconocer que es una putada que te rajen el cerebro para que nazca una diosa :P

Ahora en serio, se que existen unas representaciones, no se si romanas o griegas, llamadas "putis" que representan a unos niños pequeños a modo de angeles (aunque creo que no tienen alas), que aparecen acompañando (creo) a las ninfas.

Si puedes, investiga algo por ahí ;)

Ely Vinerberg dijo...

Jejejejeje, no tiene nada que ver. Los Puttis o Putto en singular son esos angelitos, pero es un término italiano referido al arte del Renacimiento, principalmente.

Un puteal, que se lo he preguntado hoy a mi profe, es prácticamente cualquier cosa, algo que sirve de muro o límite, en este caso un brocal de pozo (que ya podían haberlo llamado el brocal de la Moncloa, pero bueno...).

A mí también es la parte que más me gusta cuando Hefesto le endiña con el hacha, jejejeje, porque aquí no se ve, pero también sale él marchándose del lado de Zeus, como si con él no fuera la cosa... :P. Son geniales estos griegos...

Parmenio dijo...

Se ha notado mucho que había oído una campana y no sabía dónde?

:P

Gerardo P. Taber dijo...

El término Puteal proviene del latín puteus, que significa pozo y en este sentido la pieza servía como el brocal, es decir la parte superior que rodea la boca de un pozo para impedir que alguien se caiga en el.

Pero siendo más prosaicos, concuerdo con Parmenio de que es una puteada que alguien te meta un hachazo en la cabeza.....seguramente después del incidente Zeus se cabreo bastante con Hefesto