09 julio, 2008

Como siempre

Como siempre, he faltado a mí palabra. Prometí, más o menos, poner fotos casi diariamente de obras de arte, algo que ni por asomo he cumplido... Debería sentirme mal, pero como dijo aquél, el blog es mío y me lo follo cuando quiero :P.
Esta semana no ha sido tan jodida como la pasada, aunque tampoco ha sido una maravilla. Empezando porque han cortado la línea de metro de mi casa ¬¬. Hace dos años la cortaron también, lo que me lleva a pensar que son unos putos chapuzas, pero es lo que hay...
Este jueves salgo de viaje, a Asturias, patria no muy querida, francamente... Vamos a Gijón, a la Semana Negra, y a celebrar mi cumple, que una no cumple 28 todos los días (afortunadamente :S). Desde que celebré los 15 tengo un grandísimo complejo de Peter Pan. Me atormenta la vejez, el imparable ritmo de la vida. Sí, tengo un miedo atroz a la muerte, quizá porque me gusta tanto la vida. Pero también he aprendido a aceptar que si me paso los días temiendo lo que vendrá, no se disfruta. Ahora procuro celebrar por todo lo alto mis cumples, para que la celebración empañe el miedo al año más, a la mayor cercanía... tempus fugit... y vaya si fugit, el cabrón...
Lo de patria no muy querida tengo que reconocer que es una injusticia, pero soy así, injusta y mala persona (es lo que hay y es rock'n'roll...). Asturias como tal nunca me ha tratado mal, al contrario. Es bonita, fresquita y tiene una gastronomía de la ostia. Pero es inevitable asociar ciertos lugares a ciertas personas. Igual que León será siempre para mí un lugar de bienvenida, cálido y amable, elegante y acogedor, Asturias representa la incomodidad, el no sentirme nunca en casa, sino como un invitado molesto (que es lo que era, al fin y al cabo), el mirar cada uno de mis gestos para no molestar, sin lograrlo, el sentirme desplazada, olvidada, arrinconada... Eso, cuando eres una cría de 10 o 12 años que daría la vida por su hermano mayor y que éste es, precisamente, quien te hace sentirte así, es duro.
En Asturias he pasado las peores épocas de mi vida, las peores vacaciones, rodeada de un marco incomparablemente bello, es cierto... Hace unos tres años volví a Asturias, con amigos, para conjurar el mal fario... No funcionó... Nos hicimos 600 y pico kilómetros en un fin de semana para ver cómo nuestros amigos follaban con madrileñas de su barrio y nos emborrachábamos... Eso sí, durmiendo incómodamente en una tienda de campaña, sin poder ducharme en todo el fin de semana (¿he dicho alguna vez que odio los campings? Pues los odio); sin atreverme casi a ir a water, lloviendo y aguantando los pedos/borracheras/fumadas de mis amigos... Eso sí, cuando yo digo que quiero ir a ver la puta Foncalada, mis "amigos" se niegan...
A ver qué tal va esta vez. Espero que, al menos, no sea malo. Con que sea gris y aburrido, me conformo. Ni siquiera me atrevo a imaginar poder visitar el monte Naranco (en Oviedo), mejor no hacerse ideas predeterminadas... es mejor así.
Al menos ya sé cuál es uno de mis regalos de cumple ^_^. Mi chico me va a regalar una estupenda y magnífica sesión en un balneario urbano :). Mimitos y cuidados para la menda, sauna, baños y un super masaje :).
Edit: Joder, si antes hablo de mi miedo al paso del tiempo... Mirad la frase que tocaba hoy en esa cosa de frases famosas que tengo en el blog:
Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta...
Walt Whitman
Ni hecho a posta, coño... Qué grande este Walt... Y qué grande la peli de los poetas muertos...

No hay comentarios: